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La noche se apoderó del cielo, el antiguo cielo azul había desaparecido dándole entrada a la oscuridad. Aquella larga melena rubia se encontraba en el balcón mientras que las preguntas, las memorias y los sonidos martillaban su cabeza.

Solo tienes que decirle un “Hola” — se susurro mentalmente CJ mientras que su pulso aumentaba notablemente y sus manos sudaban frío. Parecía una patética infante que tenía nervios de hablar para hacer amigos, en su caso era para hablarle a una vieja amiga. Mordía su labio inferior con tanta fuerza que podría agrietarlo hasta romperlo

Eres tan patética hasta para mandar un mensaje. La voz de Uma pareció llegar a su cabeza, ¿Por qué la morena siempre formaba parte de su subconsciente cuando hacía algo mal en su “mision”?

» Hey

Lo que parecía eterno pareció pasar en un segundo, ¿Eso tenía que hacerlo?, ¿Y tan difícil era? Tal vez parte de ella creía que al mandar un mensaje a Evie la haría tener más de un sensación pero parte de ella estaba aferrada a los recuerdos de cuando Evie dejo la isla dejando más de un corazón roto.




— ¿Fueron seleccionados? — CJ sintió una oleada de celos al saber que esa pandilla si iría a gozar de las riquezas que Auradon ofrecía mientras la mayoría se quedarían a pudrirse en la isla

— Sí, Carlos, Jay, Mal y...— Freddie freno su voz al ver la expresión de la menor de los Hook contraerse

— ¿Y...? —

— Evie —

Entonces sintió una cubeta de agua fría mojarla hasta tal punto en que la rabia en su interior se disparó de golpe, apretó ligeramente sus nudillos a tal extremo de darse la vuelta dejando a Facilier sin habla. Cuando dobló la esquina salió disparada escalando cada puerta y techo llegando así un lado de la torre de Maléfica dónde solía habitar Mal. Aquel lujoso coche esperaba a cuatro chicos que darían iniciativa al protocolo VK.

— ¡CARLOS! — La voz de Cruella le hizo regresar a su realidad mientras que corría despavorido hacía el auto, cada uno se despidió hasta que miro esa cabellera azulada despedirse de su madre

— Trae un principe a casa — bromeo la reina malvada mientras que Evie soltaba una pequeña risotada tierna y delicada; típico.

— Lo haré, madre —

CJ miraba atenta mientras que su mirada se llenaba de cólera, ¿Y si hubiera sido ella la seleccionada para ir a Auradon y no Mal?, ¿O Carlos?, ¿O Jay?
Sus ojos sin pensarlo tenían lágrimas desbordándose tanto que llegaban al techo donde habitaba Tremaine.

— ¿Por qué lloras, mocosa? — la voz de Killian le hizo sorber su nariz mientras que apartaba la mirada riendo secamente

— No estoy llorando, viejo — se defendió pero Killian conocía tan bien a cada hijo que tenía, una mueca se formuló por su rostro y puso su garfio sobre una de las viejas chimeneas mal hechas

— ¿Te duele que esa niña azulada se vaya? — Hook no era un mal padre como Cruella o Maléfica, incluso, varios tuvieron la conciencia de criar a sus hijos con lo que ellos no tuvieron en su época de “oro”.

— Tal vez — alzo sus hombros restándole importancia

— Mhm...— puso su mano sobre su hombro ganandose la mirada azulada de su hija

Si están destinadas... Se encontrarán — fue lo único que pudo decir, hizo una mueca para después alejarse; tenía esos momentos. Que fuera un buen padre no quitaba la frialdad

— Mhm...—



De haber sabido que su padre tenía consejos le habría pedido uno, ¿Y sí realmente le hacían daño? Harry era un perro faldero que dejaba que lo mordieran o pisaran con tal de tener aprobación o Harriet que se la pasaba perdida buscando algo que la llevara a la libertad. La única cercana era ella, la que había cuidado de Hook cuando esté tenía un accidente o tendía a emborracharse con su antigua tripulación

» ¿Necesitas algo? Estoy algo ocupada.

El timbre de su teléfono le hizo dar un pequeño salgo tanto que trago saliva buscando la respuesta correcta, comenzó a ir de un lado a otro haciendo sonar el tacón de sus botas

— Mierda — gruñó nerviosa tanto que pasó una mano por su cabello tanto que se miró al espejo y se abofeteo. Controla tus nervios, Hook.

» Quiero verte.

La respuesta fue leída enseguida pero demoro la respuesta, ¿Y sí algo más sucedía?, ¿Y si ella no quería? Entonces tendría que recurrir a sus viejos hábitos de seducir a Jay.

[...]

El comedor nocturno estaba vacío, al menos los únicos que comían eran los residentes como los chicos villanos. Al menos ellos si tenían que bajar, no tenían quien les hiciera de cenar o comer como los príncipes.

Esto está delicioso — Jay hablo con la boca llena tanto que volteó a ver a Carlos — Mira...—

El menor soltó un bufido de asco pero abrió la boca — ¡Esto está más! —

— Por dios chicos, parecen niños — regaño Evie haciendo que soltaran un puchero de cachorro, Evie tenía “modales” que la reina malvada le había obligado a tener.

— Vamos, fuera Mal por qué dirías: Que delicia, ¿Quieres que pruebe de tu boca? — Jay molesto haciendo que las mejillas de Evie se pusieran de un color carmín

— ¡Jay! — chillo rodando los ojos tanto que terminó por reír para esconder sus nervios y sonrojo

— ¡Lo vez! —

— A veces sin duda eres un completo tonto —

La cena entre ellos era liviana, desde que Mal se ocupaba de asuntos de dama de la corte. Apenas tenía tiempo para soltar un suspiro de alivio o pasar tiempo con sus amigos

Evie sentía melancolía a cuando Mal apenas tenía pequeñas citas con Ben, al principio solo eran cuatro hasta que el rey comenzó a encajar con ellos. A Evie no le molestaba pero, ¿Por qué no se quedó con Audrey? Eso había sonado egoísta y lleno de celos pero era cierto, aunque ver a Mal feliz y embobada mirandolo le hacía sentir poco.

— Chicos — pero la voz de Mal le hizo voltear el seco — Apenas pude librarme de las clases de tienes que mostrar un ejemplo al pueblo — repitió rodando los ojos pero se sentó enfrente de Evie alzando una ceja

— ¡Malsy! — Carlos chillo para abrazarse a ella mientras que obtenía un pequeño gesto de incomodidad pero termino poniendo su mano sobre la cabeza del peliblanco.

— Justo hablábamos de ti...— Jay le miró con una sonrisa burlona, las bromas en la mesa los hacían reír haciendo que los silenciaran más de una vez pero el tintineo de un teléfono hizo voltear a Evie

Se tenso al ver la foto del pequeño ícono tanto que las bromas entre Jay y Carlos seguían pero Evie tenía esa mirada verdosa sobre ella

— ¿Que príncipe manda mensaje a esta hora?

Evie dió una risa nerviosa — Es Doug, ya sabes —

Mal le miró pero cuando llegó el siguiente mensaje alcanzó a ver el nombre.

CJ....

𝙄𝙩 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙗𝙚 𝙤𝙪𝙧 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩.| 𝘔𝘦𝘷𝘪𝘦 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon