Puedo recordar escenas, como la vez que lastimé mi dedo índice, tu mirada preocupada se clavó en mí, tus suaves manos me tomaron y curaron mi herida, tus labios juntos soplaron con delicadeza y recuerdo que me estremecí en aquel momento.
Una sonrisa boba escapó de mí y tú la correspondiste.
Recuerdo también las noches de tormenta en las que venías a mi cama y te colabas bajo las frazadas, tu calor corporal me abrazaba y me cobijaba en la noche, mientras yo te protegía en mi pecho y a la vez tú me protegías de la oscuridad.
Han sido tantos sucesos, tanto que hicimos y dejamos de hacer, que ya no puedo recordar el momento exacto en el que mi corazón tomo vida por ti. Estaba apagado como una luz a la que la energía se le agota y tu sonrisa, más celestial que todo ángel mismo envidiaría, me llenó de alegría la vida, hiciste que mis piernas temblaran y mi razón sólo te tuviera presente a ti.
Lograste tantas cosas en mí que con el pasar del tiempo me pregunto si éste amor no es un pecado; temo despertar un día y que todo se haya tratado de un hermoso sueño de miel en el que tus ojos me tienen sumergido.
Cuando agarras mi mano, cuando tocas mi cuerpo, cuando me dices "te amo", cuando el mundo parece no tener salida, tú me conviertes en el hombre más feliz del planeta; ya sea de aquí o de Mato, yo te amo en todos los idiomas posibles y en todas las culturas que puedan existir.
Gracias por aparecer en mi vida, por darle color a éste nuevo San Valentín que vivo a tu lado, gracias por ser mi compañero, por ser mi mano derecha, y por amarme tanto como yo te amo.
Gracias por haber dicho que sí cuando te pregunte si aceptabas salir conmigo...
Hoy quiero que sea un día especial, quiero verte, quiero que estemos solos, cocinaré para ti y diré tantas veces como pueda cuanto te amo, demostrándolo con besos infinitos y caricias que jamás terminarán; porque quiero pasar mis San Valentín contigo, por el resto de vida que me quede, por éste 14 de Febrero y mucho más que están por venir.
Te amo, mi amor, mi Jongup.»
— Yo también te amo, Himchan. — Su voz suave se escucha como una melodía en medio de la sala; observa de nuevo aquella carta entre sus manos y con una dulce sonrisa de enamorado la guarda en su bolsillo. — Feliz San Valentín, mi amor.
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