Sus ojos se flecharon con los de él en el día de San Valentín. La vista del parque de diversiones a sus espaldas era un cuadro hermoso que hacía resaltar esa apariencia de niño dulce y tímido que parecía tener. Su tierna sonrisa, su mirada escondida tras ella y su aura tan calma y serena.
La rueda gigante a su espalda con las luces que se opacaban por la natural del sol subía y bajaba y en el instante que las ganas y el deseo de invitarlo a subirse allí le invadieron.
Pero él no lo conocía, era un extraño hasta ese momento, un extraño que le regalaba una tierna sonrisa; su cuerpo musculoso estaba cubierto por un abrigo justo y se encontraba sentado en una de las bancas del parque, era un ángel perdido entre la multitud.
¿Qué más podía perder?
Su corazón torpe y acelerado le decía que con pasos cortos y pequeños tropiezos se acercara más a él y Daehyun así lo hizo.
¿Qué hacía ese chico solo en un parque de diversiones?
¿Lo mismo que él?
San Valentín era una fecha tan especial que de seguro estaba acompañado, más sus pies caminaron hasta él y tapándole la luz del sol se presentó:
— Hola, mi nombre es Daehyun y soy el amor de tu vida, a quien cupido te ha flechado en éste San Valentín. — Sonrió con coquetería y la sorpresa en el rostro del menor se mostró con curiosidad.
Pero entonces, otra sonrisa tomó por sorpresa al enamorado Daehyun. Si no existía el amor a primera vista él no sabía cómo llamar a esto que sentía ahora.
— Soy Jongup. — Oyó de sus labios finos aquel nombre que desde que le vio deseó oír.
La tierra tembló y el cielo pareció alegrarse, porque el mundo estaba complotando para que ellos estuvieran juntos.
— ¿Quieres acompañarme en algún juego? — Preguntó y Jongup con algo de desconfianza asintió.
Él nunca supo porque confió tanto en ese extraño, no supo por qué aceptó invitaciones de él, pero ciertamente para éste día y la magia del amor jamás hubieron explicaciones, y por eso él confió.
Los dos comprendieron en ese momento que habían sido elegidos por Cupido de verdad, que sus caminos se habían cruzado de una misteriosa forma, no importaba el porqué, estaban allí para conocerse, en ésta vida todo tiene un por qué, y el porqué de Daehyun fue Jongup, así como Daehyun fue el porqué de Jongup.
Desde ese día, todos los San Valentín les recibe ese parque de diversiones, en la misma banca donde se sonrieron por primera vez, donde sus miradas se cruzaron y donde empezaron su historia de amor.
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