Ese chico le volvía loco, desde el debut se había fijado en él; de hecho por ese tiempo, le encantaba aprovecharse de su cercanía y abrazarlo, jugar con él, a que le mordía, a que le pegaba; todo contacto que pudiera tener lo aprovechaba, así era Himchan. Lo malo del asunto es que el joven no era homosexual, y lo supo cuando le vio tomado de la mano con una chica, las fans jamás se enterarían de eso. Pero Himchan tuvo que vivir con el secreto dentro de su corazón. Por suerte esa chica, solo fue pasajera.
Pero Junhong ya no le soportaba como antes, no quería que Himchan estuviera sobre él todo el día, y se lo hizo saber, el corazón del mayor se quebró de nuevo. Aun así se mostró comprensivo ante la incomodidad.
"Lo siento. Eres pequeño aún, seguro extrañas a tu familia y quiero compensarte para que no te sientas tan mal."
Esa era la excusa perfecta que Himchan se había inventado para estar cerca de Zelo. Junhong lo entendió, así que intentó acostumbrarse.
Pero ya era suficiente, el menor se sentía más que incómodo. Himchan lo miraba como un depredador, clavaba sus ojos en él, le tocaba, la acariciaba, y ya no eran simples abrazos; a veces también le susurraba en el oído pegado a su cuerpo. Junhong no podía pasar por alto esto, se estaban sintiendo confundido y cansado.
La excusa de la compensación por no tener el cariño de sus padres cerca no valía en nada ya.
— Hyung... — Se acercó a él, haciendo gala de su altura que sobrepasaba a la del mayor. Estaban solos en el camerino antes de salir a escena. — ¿Acaso te gusto?
Himchan abrió sus labios en sorpresa, sus ojos observando aquella mirada fija, segura. Estaba nervioso, las manos le sudaron y dio unos pasos hacia atrás; acorralándose contra la pared.
¿Debía confesarse?
— Junhong... yo... — Observó los finos labios, húmedos, y tan deseables como un helado en pleno verano.
¿Sería muy costoso el pago por atreverse a besarlos? La mirada se le nubló en deseo, ya no temía aquel enfrentamiento.
El menor sonrió galante, su hyung no le era indiferente tampoco, después de tantos abrazos, besos, caricias... cualquiera empezaría a sentir más cosas por la persona que te cuida y mima tanto.
Mordió su labio inferior tentando más al mayor. El corazón de Himchan latió fuerte y subió su mano para acariciar la mejilla del menor. Sus ojos observaron como los de éste se entrecerraban mirándole con ímpetu, y se acercaba más a él, acorralándolo y ¿por qué no decirlo? Seduciéndolo.
— Hyung, Zelo; tenemos que ir al escenario, dense prisa. — Youngjae entró sin siquiera notar la escena, Junhong a punto de besar a Himchan, y Himchan totalmente embelesado.
— ¡Sí! — Zelo se separó lo más rápido que pudo, miró con ojos desconcertados a Youngjae, y corrió saliendo del camerino como un niño inocente.
Himchan suspiró, había estado tan cerca; y ese chico que parecía tan casto, juguetón y pequeño, le había sorprendido. No era más que un gato astuto, que cuando quería podía dejarlo incluso sin respiración.
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