Capítulo 7

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Evanna:

No sé en qué momento pasó, no sé en qué momento me deje llevar y comencé a corresponderle y ahora ni siquiera pienso en las consecuencias que traerá esto porque mi mente se encuentra nublada.

Mis ojos se mantienen cerrados y mi boca se mueve a su ritmo, siento como los largos brazos de Mathew envuelven mi cintura mientras yo tengo las mías alrededor de su cuello en busca de atraerlo más, mis pies comienzan a retroceder y sin dejar de besarnos, mi cuerpo cae directo en el mueble y con el suyo cubriendo el mío.

Entonces sus besos cambian y tengo sus manos por todas partes, acariciando cada línea de mi cuerpo.

Debería pararlo.

Debería hacerlo.

Eso sería lo correcto.

Pero esto se siente demasiado bien.

Sigo disfrutando de sus caricias, sus manos heladas dentro de mi camiseta me hacen sobresaltar, pero no me impiden seguir, no controlo mis respiraciones, ni los sonidos que salen expulsados de mi boca.

Mathew hace un movimiento de caderas y gimo cuando su erección frota mi entrepierna.

Entonces se detiene, se retira un poco solo para observarme, pero su peso sigue ahí y su erección sigue presionándome, por un momento veo un destello de deseo en sus ojos, aun así, él se recupera al instante y su lado frió vuelve a tomar posesión de él.

—¿Aun crees que no puedo sentir, Evanna?

Mis ojos se abren y me encuentro con su rostro lleno de confianza, burlón y con ganas de abofetearlo.

Lo entiendo todo enseguida.

Llena de rabia y con todas mis fuerzas lo empujo, pero no alcanzo a apartarlo, es el quien mismo se levanta, se limpia los labios con la manga de su casaca, como si sintiera asco de lo que acaba de hacer y me vuelve a mirar con frialdad.

—Márchate a casa, Eva.

Evanna, no Eva.

¿Por qué he empezado a sentirme mal?

Porque otra vez Mtahew Vance se ha encargado de humillarme.

No me atrevo a hablar, aún tengo la respiración agitada, así que tratando de no ponerme en evidencia y ocultando lo que este idiota ha provocado en mi sistema, cojo mis cosas y todas las hojas entreveradas sobre la mesa para marcharme de esa casa.

¿Qué ha sido todo eso?

 "¿Aun crees que no puedo sentir, Evanna?"

¿Ha buscado darme una lección? ¿Es eso?

Subo la manga de mi camiseta larga a mis labios y hago lo mismo que el, lo froto sobre mi boca como si de esa manera borrara los últimos segundos que duro nuestro beso.

Mathew Vance tiene y siente emociones, ya me quedo claro, pero había más forma de demostrarlo.

No besándome.







(*)






My Dignity has died for you (#1.5 Odio a los chicos)Where stories live. Discover now