Capítulo 12

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Evanna:

Jamás le encontré importancia a como sería mi primera vez.

Tal vez no tuve tiempo para pensar en eso porque durante todo mi tormento me preocupaban cosas más importantes en mi vida, pero tampoco esperaba que resultara de esta forma.

Y menos con él.

Me acosté con Mathew Vance.

Tuve sexo, perdí mi virginidad, llámenlo como quieran, la verdad de todo esto era que no me importaba, yo lo deje después de todo, pero eso no evitaba la sorpresa que tenía en mi debido a mis acciones la noche anterior.

Fui la primera en abrir los ojos o quizás Mathew ya los había abiertos y solo esperaba que yo me marchaba, pero no me quede a averiguarlo.

Puse los pies fuera de la cama e incluso me sorprendió que alguien como él me dejara compartir cama a su lado durante toda la noche y aún más, que no me echara a la calle después de terminar conmigo.

No lo sé.

Hay cosas extrañas que hace y luego dice, Mathew Vance sigue siendo un enigma para mí, no sé si es malo o bueno, o ambas, lo único que sé es que ahora no quiero averiguarlo, ni mucho menos enfrentarlo.

Me pongo la ropa en silencio y ni me observo mi rostro adormilado en el espejo del baño.

Esa extraña mañana no iba a esperar que me echara, yo misma me fui.











(*)











Mathew no llamo y no tenía porque hacerlo, pero no podía apartarlo de mi cabeza, en realidad no podía apartar mi enorme estupidez de no haberlo detenido cuando sus manos comenzaron a desnudarme.

¿En qué momento de debilidad permití que eso pasara?

—Buen viaje, tía Sarah.—Le digo después de romper nuestro abrazo.

El taxi está esperando fuera para llevarla al aeropuerto y de aquí a unas horas encontrarse con mi prima.

—Mándale saludos a mi Abril, cariño.—Le dice tío David.

—Se lo diré.

Tía se despide de nosotros con la mano cuando ya ingreso al taxi y cuando el vehículo se aleja, me vuelvo hacia ti David.

—¿Sabes que tú también pudiste haber ido, no? Se cuidarme sola.

—Sabes que no puedo dejarte sola, Evanna.

Suspiro.

—Se cuidarme, además... hace tiempo que estoy fuera de peligro.—Le aseguro.

Los ojos de tío David me examinan, noto preocupación en los suyos y coloca su mano en mi hombro.

My Dignity has died for you (#1.5 Odio a los chicos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora