Rainey Ferrer crecerá llena de misterios en una escuela para estudiantes normales, sin embargo, sus poderes de nacimiento reaparecerán y será reconocida como la Elegida mientras lucha consigo misma.
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Rainey Ferrer fue bastante poderosa desde...
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No podía creer mi gran suerte luego de ser seleccionada para ir hacia la otra Era debido a mis dones mágicos, los cuales me facilitaron la vida, no obstante, sabía que ir hacia Luzeft siendo tan mayor iba a perjudicarme, pues todos los chicos y profesores de ahí eran súmamente superficiales y discriminadores desde muy pequeños aunque en realidad siempre fuera como ellos, ya que para su parecer, el provenir de Eraleft se consideraba una grave ofensa hacia su "privilegiado prestigio universal" y así fue porque mi llegada se tornó tan oscura como la misma noche.
—¡Gracias profesora Rarelía! ¡no se cómo pagarle su infinita amabilidad!, si, gracias a usted ahora podré cumplir mi más anhelado sueño! ¡aún no lo creo! —dije estando realmente emocionada por ir hacia Luzeft, ya que, según los antiguos libros ir ahí era súper mágico e increíble.
—Escúchame con atención, jovencita... Si vas conmigo tienes que comportarte, pues desde que te vi por primera vez desde la lejanía supe que tú eras la nueva Elegida, si, ¡posees todas las características de las sagradas profecías, incluyendo tus increíbles poderes!, si, ¡tú eres la auténtica salvadora que ha resurgido para protegernos! —Volvió a asegurar la profesora Rarelía con una mirada y sonrisa de triunfo, sin embargo, provocó que de nuevo se me erizara la piel, pues esa afirmación era muy fuerte para cualquier persona.
—¿Usted cree que de verdad yo sea la Elegida? ¡uff! ¡soy muy joven como para cumplir semejante tarea!, es más, mire, le confieso que tengo miedo de lo que pueda suceder en el futuro porque mi torpeza, bondad innecesaria e ingenuidad son del tamaño del sol, ¡se lo juro!
—¡Claro que si eres tú! ¿aún lo dudas?
—¡Obviamente, profesora!, tengo mucho miedo, ¡rayos! ¡solo véame! ¡doy pena! ¡uff! ¡si yo soy la mística Elegida todos vamos a morir! ¡vaya destino me tocó vivir y ahora más porque viviré en Luzeft!
—¡Tranquila Rainey! ¡no temas! ¡juro que personalmente me encargaré de pulirte y perfeccionarte para que tus grandiosos poderes florezcan tal y como deben y seas invencible al momento de tu épica misión!, eso si, siempre deberás obedecerme porque Luzeft es una profunda selva en donde solamente sobrevive el más fuerte y el débil es aplastado como una hormiga, ¿estás preparada?
—¡Increíble!, ehm, profesora Rarelía, dígame algo, ¿si yo mejorara mis habilidades, intuición, emociones así como mi comportamiento cree que algún día podré ser como la Gran Malhadeth Malpris, o sea la mujer más poderosa y hermosa del mundo? ¿lo cree posible después de todo?
—.. Ahm, sí, querida, ¡serás muchísimo mejor que ella algún día si te comportas como debes!, lo juro, no obstante, eso solo depende de ti y de qué tanto lo desees, ¿entendiste?
—¡Santos soles! ¿yo? ¿mejor que Malhadeth Malpris? ¡ay no lo creo! ¡debo estar soñando! ¡es increíble!
—Rainey, cálmate, todo lleva su tiempo y para que seas así de superior debes aprender mil cosas antes para poder protegerte, ¿de verdad te comprometes?
