Rainey Ferrer crecerá llena de misterios en una escuela para estudiantes normales, sin embargo, sus poderes de nacimiento reaparecerán y será reconocida como la Elegida mientras lucha consigo misma.
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Rainey Ferrer fue bastante poderosa desde...
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Como era obvio, aún no podía creer que Annalissa, mi supuesta nueva mejor amiga me hubiera dejado sola en medio de la nada por capricho o miedo, pues ahora me encontraba perdida en el inmesurable mundo real y no podría sobrevivir sin magia o compañía, por lo tanto, obligatoriamente tuve que regresar al único lugar que sí conocía como la palma de mi mano, es decir, Eraleft porque esta Era me vio nacer y crecer durante dieciséis años aunque algo muy dentro de mí me decía que, aunque Harlem me aceptara de por vida solo por conveniencia en realidad deseaba volver a Luzeft para entrenar mis poderes de Elegida mucho mejor con los expertos.
Sin embargo, por culpa de mi mal comportamiento y actitudes inmaduras las injustas de las directoras Onix y Harlem me iban a prohibir rotundamente acercarme a Luzeft o a cualquier otro sitio poderoso si me atrevía a regresar junto a todos ellos, ya que aunque sonara perfecto ser devuelta a mi hogar de nacimiento en cualquiera de las Eras mágicas me juzgarían e ignorarían severamente ante lo que provoqué con Ashley Isapoyth y los aldeanos del Concejo, a quienes asesiné por causa de mis poderes.
A pesar de todas esas conclusiones apresuradas en mi atolondrada cabeza decidí correr el riesgo aunque pudiera leer sus asquerosas mentes a distancia, más por ende, ya no tenía otra alternativa y lo único que me quedaba era rogar por posada a cambio de tareas forzosas, obediencia total o cualquier otro castigo con tal de hallarme segura y rodeada de las personas con quienes crecí y aprecié durante dieciséis años de mi vida.
Realmente sentí que Annalissa y yo tuvimos una conexión supremamente especial desde el comienzo pero en realidad nunca fue así, ya que sus verdaderas intenciones iban dirigidas en controlarme toda la vida a su antojo y eso no lo iba a permitir por nada del mundo, pero, aún así quise acceder a sus drásticas condiciones a pesar de haber sido víctimas de la cruel Madam Senara Dumblinton durante largos años con tal de no volver a acercarme a Rarelía.
Aquellos escalofriantes años en los cuales estuve junto a Senara Dumblinton en una cabaña blindada mágicamente mientras era sometida a sus maltratos diarios literalmente causaron en mi ciertos traumas que nunca iba a olvidar por más que corriera el tiempo, pues a diferencia de Annalissa yo nunca supe lo que era el amor de una familia real porque me habían secuestrado de mis padres biológicos al nacer, así que eso me causaba ira y celos hacia ella, una torpe malagradecida que nunca valoró lo que tenía hasta que ambas nos conocimos de una manera impresionante tras ser capturadas por dos brujas, unos ancianos locos pertenecientes a una aldea cercana y desde luego, el Concejo Mágico.
Y si, amaba a Eraleft por identificarme con ella debido a que fue el primer destino al cual fui a dar gracias a mi cuidadora Senara Dumblinton a los diez años de edad pero enserio quería volver a Luzeft donde mis poderes se habían fortalecido debido a todas las travesuras que causé a pesar de haber sufrido como nunca antes, sin embargo, debido a mi extenso historial de incumplimiento de reglas tales como cruzar las fronteras mágicas, realización de hechizos prohibidos, escape de mi tutora mágica e invocación de los muertos era improbable que volviera ahí.
