Hawk Moth había intentado todo para conseguir los Miraculous, pero es que desde que Queen B, Rena Rouge y Carapace se habían unido al duo de héroes, se había hecho aún más difícil lograr su meta.
Pero tras esos antifaces, la adolescencia de sus port...
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Recuerdo cuan feliz fui a tu lado. Sólo con ver tu sonrisa yo podía perdonarte el más grande error. Me hacías sentir como en esas novelas románticas, donde el amor se conoce en la preparatoria. Yo te lograría cambiar, te haría amar de verdad y esa sonrisa me acompañaría hasta el resto de mis días.
Seguir contigo no me hizo lograr nada a excepción de lo último.
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—Hola papá ¿Qué tal? ¿Cómo has estado?— preguntó Luka hablando por teléfono.—Espero no haber estado interrumpiendo nada importante es que, ya sabes, tú una vez me dijiste que querías que siempre te contara de mi vida y últimamente me han sucedido cosas tan extrañas que ¡Wow! No sé ni cómo explicártelas.— rió un poco.
Tomó aire y continuó hablando.
—¡Un hombre me contrató de espía! ¿Recuerdas que yo de pequeño jugaba a eso? Y vaya que voy a ser bien pagado, ya veras, después de esto me largo a Canadá. Nadie que conozca mi nombre allá, me podré llamar Tyler si yo quiero. Claro que, tendré que pelear con mi hermana ya que tengo que meterme con algunas personas que ella me había prohibido pero bueno; sabes que nadie es más importante para mí que tú, papá. Te irás conmigo. Allá seremos felices otra vez, como cuando mamá se fue de la casa.— renegó.— Sí, ya sé que no te gusta que diga eso de ella pero es cierto.— negaba con la cabeza.— Yo también te extraño.— empezó a asentir.— Cuídate, nos vemos.— y colgó.
—A mí igual me cuesta aceptar su muerte.— escuchó a su madre. Volteó, estaba recostada en el marco de la puerta.— También a veces lo llamó y hago como si él hablara conmigo.— tiró con algo de nostalgia. Luka rodó los ojos.
—Ahora resulta que te importaba.— señaló molesto. Su madre abrió los ojos algo atónito por la frialdad del muchacho. Hizo una mueca. Le dolía que su propio hijo fuera tan difícil de descifrar.
—¿De cuál hombre hablabas? ¿Te estas metiendo en un mal negocio?— cuestionó su madre con firmeza. Luka negó y tomó su mochila tratando de esquivar a su madre.— Couffaine, te estoy dando una orden.— enunciaba con seriedad cerrándole el paso al muchacho. Luka seguía esquivando su pregunta.
