20. Acerca de "para siempre"

2.3K 289 304
                                    


[—Mira Anarka ¿no son los pequeños más hermosos que has visto?— preguntó Charles mientras se tiraba al pasto, viendo como el pequeño Luka le daba flores a su hermana y se las colocaba (mal puestas) en su cabello.

—Mi hermana es una princesa.— dijo Luka viendo a sus padres ya abrazados y sentados en el suelo.

—Y tú eres todo un príncipe.— comentó Anarka con una pequeña sonrisa maternal. El niño elevó una gran sonrisa de igual forma.

—Lo sé.— respondió orgulloso. Charles elevó un gesto de sosiego, enamorado totalmente de este momento. Alzó la vista ligeramente. Ese día los Couffaine habían ido de campamento para ver mejor la lluvia de estrellas pronosticada para ese día. Y, efectivamente, pudo visualizar la primera de todas.

—¡Miren!— apuntó al cielo su padre para que vieran aquel fenómeno. En seguida toda la familia se acomodó para apreciar el manto nocturno bañado de estrellas. Juleka pronto se quedó dormida, pero Luka no cerró los ojos en ningún momento, observaba maravillado las estrellas deslizándose por el cielo deseando que algún día, él fuera una de ellas.]





—¡Saludos, pecadores de Paris! Llegó el día de su juicio final.— sentía el poder recorrer por cada una de sus venas, por primera vez no era tan benditamente débil, no era el eslabón más bajo de la cadena alimenticia; hoy podría saber lo que se siente ser como los demás, un juez y castigador del más minino error. Miró su frasco de pastillas. Estúpida psiquiatra.— Vayan Akumas, vayan y saquen al monstruo oculto que todos ocultan.

Gracias a los pendientes de Ladybug, podía crear tantos akumas como él quisiese. Escuchaba a lo lejos gritos de terror, personas escondiéndose. ¡No podían hacer eso! Él había esperado mucho tiempo para que todas las personas sintieran el... vacío, la soledad, la desesperación que le habían hecho sentir; no podían simplemente evadir esto.

—Nooroo, quiero bajo mi poder a cada alma de Paris.

Sintió una energía resistiéndose a sus órdenes, algo que dentro de él no seguía con el protocolo establecido. No obedecía a lo él decía, combatía contra su mente y eso le causaba jaqueca.

—Maldito kwami.— dijo acariciando la sien con algo de dolor. El dolor cada vez se empezaba a expandir.

"No soy yo, amo, se lo juro." exclamó la criatura en su mente. Estúpido ser mentiroso ¿Que más iba a ser si no era él?

N-No podía detenerse, n-no ahora. No...

—Ahhhh.— gritó adolorido. Necesitaba sus desgraciadas pastillas. ¡¿Dónde mierda las había dejado?!

De repente, el sonido de una multitud marchando hizo presencia. Inicio como un murmullo, pero iba aumentando cada vez más y más. Alzó la mirada, un centenal de villanos estaban frente a él, todos viéndolo como si fuera el comandante de un ejército, de distintos tamaños y formas. Veía incrédulo la imagen, no podía creer tener a tantas personas bajo su merced.

Sus planes casi estaban completados, casi...

—Ustedes.— señaló a una mitad.—  Vayan a buscar a Chat Noir, Adrien Agreste, como sea que lo conozcan.—  los akumatizados ni siquiera reaccionaron ante la confesión de la identidad del héroe de Paris, estaban tan sumisos ante el poder del joven que sólo siguieron sus respectivas órdenes. Respiró profundo.— Y ustedes...— señaló a la otra mitad con frialdad, como si fueran esclavos sí valor o algo significativo para él.— Tráiganme a Nathalie Sancoeur y a Juleka Couffaine con vida. No quiero que las lastimen.

Y ambos grupos partieron a sus rumbos. Luka tomó un respiro mientras veía el cielo, sintiéndolo tan distante, tan imposible de alcanzar, tan frío en la lejanía. Alzó el brazo, queriéndolo tocar, queriendo rozarlo como cuando...

His name is LukaWhere stories live. Discover now