13. Vil mentiroso

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[—¿Una demanda? Joven Couffaine, eso me parece de lo más indebido después de todo los conflictos que acaba de tener con esa familia.— señaló su abogado sentado a un lado de él viendo aquella carta que Luka le había dado como prueba.— Esta declaración de suicidio parece genuina, usa palabras que usaría tu padre.

—¡Pero no es así!— bramó molesto sintiendo que las lágrimas se le saldrían en cualquier momento.— Por favor, tiene que creerme.— tiraba casi en forma de súplica. El abogado suspiró.

—Está bien.— suspiró con pesar.— Dame una razón más clara de por qué está carta no es verdadera y te ayudaré a hacer una acusación. De otro modo no puedo ayudarte, perjudicaría la reputación de mi despacho.

Luka releía con desesperación la carta donde su supuesto padre decía haberse suicidado y le dejaba unas despedidas. Sentía una enorme ansiedad al notar la réplica perfecta que hicieron de su letra, o como copiaron incluso su vocabulario común. Pero él lo conocía tan bien, conocía sus escritos, esa carta no tenía la esencia de ser de su padre, se sentía como algo ajeno, que jamás había visto en su vida.

¿Cómo explicar algo que nada más tiene lógica en el corazón?]

Todo en la escuela avanzaba a un ritmo totalmente raro. Todo en Paris igual.

"¿Habrá una nueva Rena Rouge?" "¿Quién remplazará a Rena Rouge en el grupo de héroes?" "Conozca más sobre la vida de Alya Cesaire" "Rena Rouge renuncia"

Aquellos fueron títulos que estuvieron en la primera plana y en todos los noticieros esa semana. Y no, no es que Alya no haya amado ser súper heroína; ella lo hacía. Pero extrañamente no sólo Hawk Moth parecía no tenerle un gran agrado al grupo de héroes. En cuanto su identidad se supo, empezó a recibir amenazas de muerte a su familia. Rena no podía combatir con personas que no sabía quién eran, lo mejor fue dejar fue obedecer sus condiciones.

Su familia y ella se fueron de Paris, aunque no saben si fue juntos o ella fue a otra parte.

No hizo una renuncia pública. Ladybug fue quien lo anunció en una junta de prensa donde esbozó que no permitiría que todos aquellos que amenazaron a su compañera salieran impunes. Se mostró muy fuerte, cuando la verdad era que por dentro Marinette sentía que se destrozaba; no sabía que había pasado con su mejor amiga.

Luka observaba a Marinette, sentada muy triste cerca del Sena. No era una vista que disfrutara realmente; pero de alguna manera era señal de que su trabajo estaba funcionando. Según lo que sabía, Alya le había entregado su Miraculous a Ladybug, quizás ella lo tenía. Sólo era cuestión de chantajearla.

Justo cuando estaba dispuesto a acercarse para iniciar su juego de manipulación; la persona que menos esperaría llegó a colocarse junto a ella. Su seguridad tambaleó al ver a la persona que había estado evitando desde hace un par de semanas.

Chloe.

¡¿Qué diablos hacia ella ahí?! ¡¿Qué no la odiaba?! Su eterna imagen de tranquilidad se había cambiado a la imagen de alguien entrando en pánico. Quería verla, deseaba verla, le deleitaba hacerlo, sentirla. Pero otro lado le aterraba, ella sólo lo distraería; es más, probablemente ella ya había olvidado el beso y él aquí todavía con un mar de emociones cada que la veía y evocaba aquel gesto.

Sin embargo no apartó la mirada.

Sin pedir permiso alguno se sentó a lado de la azabache y sin verlo venir, le ofreció un pañuelo.

—No es momento de que te burles de mí, Chloe. En serio no estoy de ánimos.— tiró con enfado Marinette sin siquiera regresarla a ver. La rubia rodó los ojos e insistió en darle el pañuelo.

His name is LukaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora