12. Sogas y granos de café

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[—Mamá.— escuchó pronunciar débil a su hija Isabelle después de abrir la puerta. Al ver esa imagen la mujer se sintió destruida. Su hija tenía la ropa desgarrada, su mirada apagada y su cabello desacomodado, podía notar unos ligeros raspones en sus brazos y alguno que otro rasguño. La adulta tragó saliva.

—¿Qué te paso?— preguntó alarmada metiéndola a la casa.— Dios, cariño.— empezó a revisar el cuerpo de la menor sintiendo como los ojos se le cristalizaban lentamente, le retiró la blusa un poco. Maldición.

Había marcas de chupetones cerca de sus pechos.

—Perdóname mamá.— pronunció con el alma rota para tirarse a llorar Isabelle en los brazos de su progenitora.— No debí escaparme de mis clases; lo lamento.— decía con el llanto consumiendo sus palabras mientras se adhería cada vez más al torso de su madre.— Por favor, no me dejes sola de nuevo.— se escuchaba como su garganta se raspaba oor cada suspiro que trataba de soltar. El rostro de su hija estaba totalmente cubierta en lágrimas. La madre intentó respirar, sintiendo como el corazón se le iba también.

—Tu novio ¿Tuvo algo que ver con esto?— preguntó temerosa refiriéndose a Luka.

Ella fue la tonta que lo siguió, la tonta que creyó en sus palabras de amor, la tonta que se aturdió en aquel bar al verlo besándose con otra chica de una manera muy pasional, la tonta que se dejó atrapar en aquel lugar de mala maña.

—No.— pronunció débilmente.]

—¿Me puedo sentar?— preguntó Luka observando a Alya sentada sola en aquel lugar recóndito de la escuela. Alya negó. Desde que su secreto había sido revelado su humor no era el mejor, a penas y se sentía cómoda con Marinette.

¿Con Nino? Aún seguía siendo una vil cobarde para darle la cara. No entendía lo que sucedía.

—Quiero estar sola; gracias.— enunció la morena. Luka rodó los ojos.

—Entonces me sentare aquí sin tu permiso.— y tomó lugar a su lado procediendo a darle una mordida a su sándwich. Alya lo volteó a ver con algo de molestia.

—¿Qué quieres? ¿Vas a hacerme alguna pregunta sobre Rena Rouge? ¿O le vendrás a llamar "zorra" por andar con "dos" a la vez como todos los demás?— cuestionó con molestia. Luka rió.

—Quiero comer en donde haya silencio, y al parecer tu apartas a medio mundo así que este es el mejor sitio.— se encogió de hombros. Alya lo miró con cierto fastidio.

—Tú sí que sabes levantar el ánimo.— Luka rodó los ojos, su sarcasmo se le hacía tan innecesario.

—No estoy aquí para hacerlo. Estoy aquí para comer.— Alya no soporto más y se levantó con intención de irse, sin embargo Luka la alcanzó a detener por la muñeca. La fémina regresó a verlo con duda.

—¿No querías comer solo?— exclamó con enojo.

—No seas dramática y siéntate, hay que hablar, quizás eso te tranquilice ¿Sabes?— tiró con cierto tono ¿amable?. Alya regresó a su lugar confundida.— ¿Ya has hablado con Nino?— preguntó soltando su muñeca. Alya negó lentamente.— ¿Con Carapace?— volvió a negar. Perfecto. Todo perfecto.— ¿No te ha aconsejado nada Marinette? Es que yo no sirvo para pláticas entre chicas.— la fémina suspiró un poco.

—S-sí.— dijo tallándose un poco el brazo con la vista baja.— Ella me sigue insistiendo que hable con Nino, pero...— sentía un enorme nudo en su garganta.— ... soy una cobarde, Couffaine, no me atrevo. Él se debe sentir bastante herido, siento que no lo merezco, él no merece a alguien así de...— tiraba con enojo.—... no creo que sea justo continuar lo que tengo con él después de esto.

His name is LukaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin