Para lo que quieras.

11- Hoy en la tuya y mañana en la mía.

Tras esa frase que le dijo Alfred a Amaia, los 2 se quedaron mirándose a los ojos y ninguno de ellos hablaba, hasta que Alfred interrumpió el silencio de nuevo mientras le cogía de la mano.

-Amaia por favor.

-Alfred no sé qué decirte...

-No podemos cometer el mismo error, todo iba bien hasta que apareció ella y hizo eso.

-Necesito pensar enserio.

Alfred se puso las manos en la cabeza, estaba muy nervioso y sin querer pego un grito, el no se pudo contener.

-YO NO QUERIA JODER, YO NO QUERIA...

Tras ese grito que retumbo por toda la casa hubo otro silencio en el que Alfred tenía la cabeza bajada y estaba llorando, el no tenia la culpa de nada pero a la vez se sentía culpable. El chico estaba muy desesperado y nervioso no sabia que hacer.

-Alfred tranquilo...

-No joder es que por que, por que ha tenido que pasar.- Volvió a gritar y le daba una patada a un cojín de la furia que tenia.

Amaia acariciaba el brazo de Alfred para tranquilizarle un poco, y le trajo un vaso de agua para que se tranquilizase un poco, no lo podía ver así.

-Alfred toma un vaso de agua, por favor cálmate no te puedo ver a sí.

-Siento pegar estos gritos Amaia.

-Alfred yo te creo enserio, pero es que joder porque coño pasa algo cuando lo vamos a volver a intentar, ya es la segunda vez.

Hubo otro silencio, mientras Alfred terminaba el vaso de agua. Pero el chico estaba tan nervioso que tenía la cara pálida, parecía que le estaba entrando un ataque de ansiedad.

-Alfred estas bien? Quieres algo?

-Creo que me está dando un ataque de ansiedad... debería irme a casa.

-Ni de coña, tú así no te vas. Nunca te había visto así. Voy a por una Coca.Cola y algo de comer no te muevas.

En la casa que habían tenido Amaia y Alfred siempre había alguna Coca.Cola y algo de dulce por si le pasaba esto, asi que Amaia fue a la cocina y le trajo la Cola.Cola y unas galletas oreo que tenía en la despensa.

-Gracias Amaia.

-Nada, por favor intenta calmarte...

-Es que yo te quiero Amaia, joder te quiero.

-Alfred yo también te quiero.-Amaia dijo esas palabras para que se tranquilizara un poco, le quería de verdad, pero no había pensado que se lo acabaría diciendo.

Alfred consiguió tranquilizarse un poco con el te quiero de Amaia y con lo que le trajo estaba un poco mejor pero aun asi estaba muy pálido.

-Amaia me dejas invitarte a cenar hoy?

-Alfred no creo que te venga bien salir te acaba de dar un ataque, es mejor que te quedes tranquilito enserio.

-Joder pero yo quiero cenar contigo, el otro día al final no cenamos y tenemos una pendiente.

-Claro un día salimos a cenar.

Amaia no podía ver a Alfred así estaba con mala cara por el ataque, y además al no poder ir a cenar con ella se había puesto un poco triste. Amaia le estaba acariciando el brazo todo el rato mientras le ayudaba tranquilizarle y se le ocurrió una idea.

-Alfred a cenar no podemos salir, y a ti no te conviene en este estado y con esta lluvia irte ahora a tu casa, porque no pedimos unas pizzas y vemos una peli? Después cuando pare de llover y estés mejor ya vas a casa – A Amaia no se le había olvidado aquella imagen del restaurante pero quería ayudarlo.