Para lo que quieras.

25- Solo quiero saber si le pasa algo.

El lunes había llegado, Ana ya se iba de nuevo a Tenerife nunca tendría palabras para agradecerle aquello que hizo. Había pasado una semana desde que Alfred se fue, ella seguía muy mal, no se había recuperado pero gracias a sus compañeros que estuvieron aquellos días en su casa estaba mejor.

Preparo todas las cosas de Alfred mientras lloraba por aquella situación, escribió la carta y se la metió en una de sus sudaderas favoritas, seguido fue rumbo a la antigua casa de Alfred en el coche, tuvo que hablar a algunos periodistas para que se fueran de una vez ya que les había atendido, ella a todos los medios dijo lo mismo.

"Espero que sea feliz y que vuelva algún día porque yo le estaré esperando, estos días he estado con mis demás compañeros apoyándonos unos a los otros, pero sobretodo ellos me apoyaban a mí. Muchas Gracias."

Llego a aquel portal suspiro y el portero le abrió la puerta.

-Amaia que sorpresa.

-Están recogiendo las cosas de casa de Alfred verdad?

-Sí allí siguen, no les faltara mucho llevan un buen rato.

-Gracias.

Amaia camino hacia casa de Alfred y llamo a la puerta oyendo a Marta y David, ellos no sabían qué hacer por si la prensa estaba allí, pero al ver por la rejilla que era Amaia se miraron, asignaron y abrieron la puerta.

-M: Amaia... Que haces aquí?

-A: He venido a traer unas cosas que Alfred tenía en mi casa, supongo que le harán falta y querrá tenerlas. Me dijo el dia que se fue que vendríais hoy asi que por eso las traje.

-D: Muchas gracias.

-M: Bueno Amaia tenemos que seguir lo siento, gracias por traer sus cosas.

-A: Adiós.

Amaia se fue llorando de aquella casa, Marta y David la vieron y con tan solo una mirada se comunicaron y dijeron su nombre.

-M: Amaia.

-D: Amaia ven

-A: Me voy, tenéis que terminar.

-M: Siéntate un rato anda.

Los 2 abrazaron a Amaia y se sentaron con ella en el sofá.

-M: Siento no cogerte el teléfono, Alfred nos dijo que no cogiéramos a nadie de vosotros el teléfono.

-D: Va a estar bien tranquila.

-A: Esto está siendo muy duro para mi y para todos, que desaparezca así de repente...

-M: Su madre nos llamo para que le recibiéramos en casa cuando llegara, cuando llego le dijimos que no hiciera esto, que no podía dejar la música y que se iba a arrepentir.

-D: Claro le dijimos que no lo hiciera, que estaba mal y que era un error, que haceros esto no estaba bien pero sobretodo que no te podía dejar a ti habiendo comprado una casa juntos hace nada.

-M: Nos dijo que no intentáramos convencerle, que ya lo habeís hecho su representante, su madre y tu aquella mañana, que le costaba dejar todo pero sobretodo a ti porque le has hecho muy feliz.

-D: Va a estar bien Amaia.

Ella no hablaba y solo lloraba.

-M: Tu que tal estas? Tranquila, le diremos que te has preocupado en traer sus cosas.

-A: Muy jodida que os voy a decir, para mi él lo era todo.

-M: No quiere que hablemos con vosotros, ni que os contemos como le va... Yo te contaría encantada todo lo que le pasa, pero no podemos, no sé que le ha picado para que quiera dejar la música, a sus amigos y a ti por completo.