Cap. 14...

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Unas tres horas las lágrimas escaparon de sus ojos, recorriéndole todo el rostro mojando sus manos y la melena de Skhariber. Imhara se aferraba fuertemente al cuello de su kratibhus, esperando que su abrazo fuera consuelo suficiente para su horrendo dolor.

Sentía que los pulmones no le funcionaban correctamente a causa del llanto. Su respiración se entrecortaba, el aire se escapaba de su garganta arrastrando gemidos, y le era imposible tomar respiraciones hondas, sólo pequeñas y veloces que parecían no ser suficientes para remediar esa sensación de ahogo.

Le ardían los ojos por la lluvia de sus lagrimales, pero le ardía aun más su corazón, y su mente de tanto pensar y repasar una y otra vez todo lo sucedido.

Sentía como si una oxidada daga sin filo se abriera paso por su pecho, desgarrando carne y corazón, partiendo su alma. El dolor era insoportable. Nunca en su vida había llorado tanto por nadie, tampoco nadie la había lastimado de esa manera. Se sintió usada, manipulada, engañada, como si ella fuera un ser sin valor alguno, así la habían utilizado.

Se preguntaba el por qué, pero no encontraba respuesta alguna. Hasta unos segundos antes de la discusión Dharek parecía una persona diferente, que era amable, cariñosa y atenta, pero después se transformó, como si otro hombre que era idéntico físicamente hubiera tomado el lugar del verdadero Dharek para insultarla y lastimarle el corazón de la manera que lo hizo.

Flogh se acurrucó entre los pies de Imhara quería brindarle cariño, pero no sabía cómo apagar la tristeza de Imhara, le partía el corazón verla llorar sin parar durante esas largas horas.

Imhara no dejaba de preguntarse en voz alta:

― ¿Cómo pude ser tan tonta?... ¿Por qué? ¡¿Por qué?! ... ¿Por qué es tan cruel?, ¿Estaba dispuesta a sacrificar cualquier cosa por él?... Y él sólo me lastimó, ¿Con que necesidad?― retiró el rostro de la melena de su animal y mirando al felino le preguntó ― ¿Acaso goza del dolor ajeno?

Flogh la miró tristemente, y de un saltó se subió al lomo de Skhariber para ver el rostro de Imhara más de cerca.

― No sufras por alguien que no vale la pena― le dijo suavemente con su voz aguda.

Esas palabras fueron suficientes para levantar el ánimo de Imhara, su corazón seguía igual de dolorido y roto, pero esa frase le dio fuerza para pensar y comenzar a actuar.

Se levantó de la barriga del kratibhus y tambaleándose en el lugar por un segundo, se paró firmemente y le dijo:

― Tienes razón, debó demostrarle que soy una persona fuerte, no me pasaré las horas del día llorando por él, no lo vale, no vale mis lágrimas.

Flogh asintió y saltando al suelo esperó a que Imhara actuara.

Imhara sintió que su corazón había estrujado todas las lágrimas quedándose seco.

Secó la humedad de su rostro con su brazo y tragando el nudo de su garganta comenzó a guardar las sobras del desayuno en su bolso.

Tomó entre sus manos la piel con la que ella y Dharek se habían cubierto durante la noche, recordó lo cerca que lo tenía, sintiendo su cuerpo cálido rozando a su lado, lo feliz que se sentía de su compañía en aquel momento, sin saber que más tarde la heriría como nunca antes alguien lo hubiera hecho.

Mientras volvía de sus recuerdos melancólicos, se enojó con ella misma por estar gastando tiempo en recordarlo, él no se merecía que lo recordara, no era una buena persona.

Con toda la furia que salió desde el fondo de su corazón guardó aquel cuero en el bolso, metiéndolo en un bollo desprolijo, porque aún que no quería guardarlo para que no le trajera recuerdos innecesarios y dolorosos, pensó que le podría servir si vendría una noche tan fría como la anterior.

Imhara StheelWhere stories live. Discover now