The Savior's Daughter

Un vaso de leche

POV Hope
Cuando abrí mis ojos me dí cuenta de que estaba en la cama, lo último que recordaba es estar viendo una película con Gideon. Chequé la hora en mi teléfono: tres con cincuenta minutos,  intenté dormir un poco más pero me fue imposible. Odiaba las noches de insomnio.
Decidí bajar a la cocina y me serví un poco de leche intenté hacer el menor ruido posible pero creo que no fu suficiente ya que tan sólo unos minutos después, visualicé a mis padres entrando.
— ¿Insomnio?— preguntó Emma mientras ambos se sentaban a un lado. 
— Un poco— dije moviendo los hombres de arriba a abajo—No tienen que hacerlo...
Al ver la confusión en sus rostros decidí explicarme
— Acompañarme, no tiene que hacerlo, ustedes deben tener sueño y es seguro que tengan que levantarse en unas horas...
— Hope...somos tus padres queremos estar contigo en todo momento, sea la hora que sea. Si tienes insomnio, nos quedaremos contigo hasta que puedas dormirte. 
— Gracias— contesté con una sonrisa — hay algo que he querido decirles desde hace mucho... – no podía creer que estaba haciendo esto...
— Te escuchamos — dijo Emma con una voz firme
— Bueno...— di un largo suspiro — Toda mi vida viví en hogares adoptivos de Texas, cuando era pequeña sólo estaba en la casa hogar pero cuando cumplí ocho, empecé con los hogares adoptivos pero nunca logré encontrar una estabilidad... digamos que cambiaba de casa de acogida cada 4 meses. Cuando cumplí diez regresé a una casa hogar y dos años después,  Millah me adoptó y me llevó a vivir a Pittsburgh. Por primera vez creí que alguien de verdad me quería pero unas semanas después su propósito salió a la luz:absorber mi magia. Lo intento durante meses pero no lo logró así que, como castigo, me llevó con Barba Negra y sus secuaces. Siguió intentando robarla pero ahora, cada vez que no lo conseguía  me pegaba y encerraba en un cuarto sin comer. Al pasar un año se dió cuenta que era inútil y finalmente me vendió a ellos y, como piratas, jugaron conmigo por todo un año hasta que llegamos a New York, me escapé una noche de borrachera pero después me ayudó Amelia y los contactó.—Cuando terminé de hablar, me di cuenta que estaba temblando y mi respiración se estaba agitando...no pensé que sería capaz de contarles todo eso.
— Lo siento mucho — dijo Emma abrazándome
De repente las lágrimas invadieron mi rostro y aunque no quisiera todo el dolor que había guardado durante años estaba saliendo. Después de que me tranquilizara un poco, mi madre me soltó
— ¿Mejor? — sólo  asentí  y recargue mi cabeza en su hombro
— Vamos, te acompaño a tu cuarto —dijo Emma siendo seguida por Killian
Al llegar  solo me acosté y Emma se recostó a un lado. Realmente anhelaba poder olvidar todo eso...
— Voy a quedarme en lo que te duermes ¿Vale? No tengas miedo. Descansa, prometo que todo estará bine, ya nadie te hará daño. Estamos aquí contigo y juro que vamos a protegerte