The Savior's Daughter

Visión

Pov Hope
— Hola Hope ¿Me extrañaste?– no...esto no podía estar pasando 
— ¿Qué...qué haces aquí?
— Vine por tí pequeña ¿En serio pensaste que podrías librarte de mí? 
— No... tú no puedes...mi... mi familia va a protegerme
— ¿Oh en serio lo crees?– soltó una carcajada– ...ay querida lo mismo le dijeron a tu madre, sin embargo no pudieron protegerla y a ti tampoco. Cuídate porque estoy cerca de encontrarte
Pov Emma
Estaba poniendo la mesa cuando se abrió la puerta
— Hola Hope ¿Cómo te fue?— no recibí respuesta– ¿Hope?– al ver que no contestaba me acerqué a ella— Hope estás...— no pude terminar la frase ya que se desvaneció
— ¡Hope!— gritó Killian agarrándola en brazos evitando que su cabeza se golpeara contra el suelo. Pensé que era un simple desvanecimiento pero ella empezó a temblar. 
— ¿Qué le pasa?— preguntó Killian sin comprenderlo
—Rápido sujeta sus brazos— dije mientras yo hacía lo mismo con sus piernas. 
Pov Hope
Después de escuchar esa frase todo se puso negro.

Cuando abrí los ojos todo estaba muy borroso y las voces que escuchaba parecían estar muy lejos. 

— ¿Hope? Por favor responde— por fin escuché con claridad esas palabras y pude ver que  provenían de mi madre
— Hope ¿Cómo te sientes?— el temor había invadido el rostro de mi padre
— ¿Qué pasó?— pregunté algo confundida
—Bueno entraste a casa y te desmayaste, después tuviste algunas convulsiones pero ¿Cómo te sientes?

Recordé todo lo que había pasado. Intenté levantarme pero todo me daba vueltas así que me recosté de inmediato.

— Tranquila princesa yo te ayudo— dijo Killian llevándome en brazos al sillón. Inmediatamente Emma trajo un poco de alcohol para que lo oliera y un vaso con agua y azúcar ya que me sentía algo débil. Esperaron un rato a que me sintiera mejor y tras algunos minutos pude sentarme en el sillón sin tener un mareo. 

– Ten– me dijo Killian extendiéndome una pastilla– te ayudará con el dolor de cabeza

–Gracias...– me la tomé                                            

— ¿Qué te pasó? ¿Hay algo que quieras decirnos?— preguntó Emma poniéndose delante de mí

— No debí de usar mi magia, jamás debí hacerlo...– empecé a balbucear

— Pero... ¿por qué si ya vas muy bien...

— Es que ustedes no entienden nada— interrumpí alzando la voz— ella viene por mí porque la rastreó

— ¿Millah?— preguntó  Killian

—Sí—no pude evitar sollozar

— ¿Cómo lo sabes?

— Creo que tuve una visión o algo así...ella me lo dijo. Cuando entré a las todo parecía oscuro y frío y luego ella apareció...

— Por eso temblabas— respondió Emma entendiendo todo— Sabes a mí me pasaba lo mismo

— ¿En serio?

— Sí. Cuando la batalla final se acercaba, tuve algunas visiones y también tenía mucho miedo pero gracias a mí familia pude superarlo

— Y tú también lo harás— complementó Killian 

—Mira, ahora mismo hablo con Regina, vamos a poner un hechizo protector en toda la ciudad y estaremos al pendiente de tu ubicación  ¿De acuerdo?

—Por supuesto, gracias— dije aceptando el abrazo que ambos me daban

– Ya estás con nosotros... y créeme que haremos todo lo posible para evitar que ella se te acerque...