The Savior's Daughter

Geinu

POV Hope
Y así fue como aquel día se convirtió en rutina. Todos las tardes Guideon venía a mi casa para explicarme los temas que no entendía, mamá siempre nos preparaba de comer algo mu rico. Por otra parte, los fines de semana solíamos reunirnos con todos  ya sea que hiciéramos un picnic en el bosque o simplemente íbamos a Granny's a desayunar.
Había pasado ya un mes y aunque, todavía faltaba otro para mi cumpleaños, mis padres ya habían empezado a planear todo; querían de alguna u otra forma recompensarme por todo. 
Decidimos que la fiesta sería en Granny's, y por lo visto iba a ser algo en grande, después de checar el menú y los preparativos con Granny, todos nos fuimos a hacer un picnic en el bosque. Guideon estaba montando en el caballo cuando éste se estresó causando que cayera.
— ¡Guideon!— grité haciendo que todos voltearan en su dirección
— ¿Estás bien? — preguntó Rumple ayudando a su hijo a levantarse
— Sí, no me ha pasado nada... yo... no sé qué le pasó a Geinu (nombre del caballo)
— Yo sí
En ese momento todos quedaron inmovilizados menos Guideon y yo
— ¿Qué pasa Hope? ¿A caso te comió la lengua el ratón?
— Mi..Mi...Millah– no ... esto no podía estar pasando...  mi madre había dicho de la barrera... no... 
— Oh mi pequeña me alegro tanto de verte– de repente se acercó a Guideon y lo tomó por el cuello
— Su... su ...su ...suéltalo, no le hagas daño... – supliqué
— No querida primero un trato
— ¿Qué es lo que quieres?
— A tí
— Está bien pero no sin antes pelear, si yo gano te vas y nos dejas en paz pero si tú ganas yo voy contigo
— No... no... Hope — decía Guideon con la voz ahogada
— Ahora libéralo y descongela a mí familia
— A sus órdenes princesa — en ese momento los liberó a del hechizo y envío a Guideon con ellos
— ¡Hope!— gritaron mis padres en unísono
— Por favor no se acerquen– pedí 

– Y no lo harán– contestó Millah inmovilizándolos 

Empezamos a lanzar magia y todo parecía ir bien hasta me lanzó contra un árbol, quise regresarle otro hechizo pero mi magia no respondía, estaba muy nerviosa y de alguna forma también me sentí débil. Empecé a visualizar mi alrededor y entonces la encontré 
— Parece que he ganado– dijo soltando una pequeña sonrisa victoriosa
— En tus sueños— contesté lanzándole una espada, aquello causó que perdiera el equilibrio y por ende cayera  
— Esto no acaba aquí— desapareció en una nube negra
— ¡Hope!— gritaron todos corriendo hacia mí
— Vas a estar bien tranquila, por favor no te muevas— dijo Emma mientras curaba todas mi heridas.
Al cabo de unos minutos me sentí mucho mejor pues el dolor empezaba a desaparecer. Después de que mi madre se asegurara de que todo estaba bien, decidió que lo mejor era llevarme a casa
— Vamos princesa— dijo mi padre, intenté pararme pero mis piernas aún temblaban. Cuando se dio cuenta de ello, me cogió en brazos.