Hay algo que odio del amor.
La gran magnitud de su sentimiento te consume, te llena pero a la vez se vacía en el resto de cosas, es un punto medio entre el vacío y el rebosante sentimiento de tenerlo todo. Por que así es, lo tienes todo y a la vez no lo tienes nada, el planeta se disminuye y la personalidad se ensancha como intentando alcanzar el cielo, los límites del alma se espanden y dejan de lado cosas importantes...
Odio eso, odio dejar sin importancia lo que alguna vez fue un tesoro, odio tener alguien, pero amo estar con él.
El hombre definitivamente es la perdición de la cordura, la daga infalible que se clava con pasión entre las piezas intercaladas del espíritu. Una vez cuando sientes el filo atravesarte no sabes si sonreir o dejar escapar las lágrimas, porque así son.
Realmente no sabemos que hacen, ni como lo hacen, pero en cuanto los amas duele, y a la vez el sentimiento crece como un globo al llenarlo de aire.
Eres feliz, pero lastima.
