Capitulo 5

693 79 14
                                    

De pie, a un lado de la isla de la cocina, mientras pelaba una gruesa y larga zanahoria, trataba de no pensar en las implicaciones fálicas de mi gesto.

También procuraba escuchar la conversación entre melisa y Derek, por encima del alboroto habitual que acompañaba la preparación de la cena. Estaban sentados al otro lado de la isla, frente a mí.

-Conocí a un Derek, Creo que se encargaba de nuestra declaración de la renta -repuso melisa mientras tomaba un puñado de pistachos del cuenco que tenía enfrente.

-Hablas de Derek Arnaz, mamá -la corrigió Scott desde el lugar que ocupaba cerca de mí. No es que estuviera ayudando con la cena, pero le gustaba la vista. Isaac estaba junto a la encimera detrás de nosotros preparando una salsa con la batidora. Los niños se habían sentado a la mesa y dibujaban con lápices de colores.

- ¿Derek Arnaz se encargaba de nuestra declaración? Ah, espera, sí, era el marido de Lucy -dijo melisa-. No era pelinegra exactamente, ¿sabes? Tu pelo sí es un poco castaño, Derek.

- ¿Ah, sí? -repuso él y se lo tocó distraídamente, como si el color castaño tuviera una textura especial. No era castaño. Tenía el pelo negro, de un color oscuro como la noche. Me corté con el pelador.

-Derek Arnaz era colombiano, ¿sabes? ¿Eres colombiano? -preguntó melisa con una caída de pestañas muy similar a la que había utilizado maya, con la diferencia de que en el caso de mi tía daba la impresión de que tenía algo metido en el ojo.

-Hum, no.

-Me ha parecido que has dicho que sí -comentó melisa y se metió un pistacho en la boca, rompió la cáscara con los dientes y la escupió en el cuenco.

Observé cómo Derek arqueaba las cejas.

-No creo que haya dicho que lo era.

-Entonces, ¿de dónde eres? -Y empujó el cuenco de frutos secos hacia él. Derek lo rechazó.

-Escocés. Nací en Glasgow pero vine a vivir a Estados Unidos cuando tenía diecisiete años.

-Ah, por eso eres pelinegro.

-Ah, ese acento tan delicioso -añadió Scott.

Miré a Derek y esbocé una discreta sonrisa.

Me guiñó un ojo y volví a cortarme.

Melisa y Derek continuaron hablando, pero Scott les dio la espalda y cerró los ojos.

- ¿Qué haces? -le pregunté en un susurro.

-Si escucho solo su voz, suena como Tyler Hoechlin -me susurró a su vez Scott.

- ¿Quién es Tyler Hoechlin?

- ¿Que quién es Tyler Hoechlin? -Scott abrió los ojos de par en par

-. Creía que todas los hombres gay y mujeres heterosexuales estabais interesadas en Tyler Hoechlin.

-No sé quién es y ¿puedes callarte? No los oigo. -Scott emitió un sonido agudo sin abrir los labios. -No me obligues a clavarte el pelador -siseé con la respiración contenida.

-Mami, ¿puedo comer una zanahoria? -Preguntó maya, que apareció de pronto detrás de nosotros-. Me muero de hambre.

Scott le dio una zanahoria y la empujó de nuevo hasta la mesa:

-Ve a sentarte ahí, maya. Papi tiene un cuchillo en la mano y amenaza con utilizarlo.

-Shh, estoy intentando oírlos.

Necesitaba enterarme de qué bocados poco apetecibles extraía melisa de su excéntrica cesta para ofrecérselos a nuestro invitado. No es que importara realmente. Aunque no fuera heterosexual, algo que todavía tenía que descartarse, era demasiado atractivo y demasiado fino y, sin duda, demasiado conocedor de su habilidad para seducir a las mujeres y hombres, para que me interesara lo más mínimo.

Mi Segunda Primera Vez ||Sterek UA||Where stories live. Discover now