Capitulo 20

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Derek me recogió para nuestra cita demasiado apetitoso para mi propio bien.

Cuando abrió la puerta del copiloto, me señaló la mejilla.

—Tienes algo aquí.

Estupendo, ¿resto blanco de la crema anti-acné que ya no tengo edad para usar? Me lo limpié.

— ¿Ya está?

Negó con la cabeza y se inclinó para acercarse.

—Ah, ya lo veo. Es un beso. —Apretó los labios contra mi cara, suave como una mariposa, y nos echamos a reír al unísono.

— ¿Demasiado cursi? —preguntó.

—Un poco, pero lo asumiré.

Volvió a besarme antes de que entrara en el automóvil. Los niños pasaban con Matt todo el fin de semana, así que yo estaría libre y relajado durante un par de días. Sobre todo relajado.

Mientras esperaba a que Derek se sentara en su sitio, algo centelleó en el suelo. Me incliné y lo recogí. Era una pulsera. Una agobiante sensación de bucle me invadió. ¿Conocéis esa impresión de haber vivido esta mierda antes? Solía encontrar todo tipo de cosas constantemente en el coche de Matt, como cajas de cerillas de restaurantes en los que yo no había estado nunca, pelos rubios y largos, envases de refresco medio vacíos con carmín en el borde, y una vez incluso encontré el envoltorio de un condón. Matt me contó que un amigo bromista le había puesto uno en el cambio de marchas para hacerse el gracioso. Sí, ja, ja, muy gracioso.

Examiné la pulsera en silencio mientras Derek se ajustaba el asiento y bajaba la visera. Lo miré fijamente, como si pudiera evaporarse si lo deseaba con suficiente intensidad. Era chillón, con cuentas de vidrio de colores y alambre enrollado. No era elegante. De hecho, era horrible. Y sobre todo, claramente no era mío.

Él puso las llaves en el contacto.

Yo le enseñé la pulsera.

— ¿De quién es esto?

Me miró sorprendido, observó la pulsera y luego a mí.

—Eh... ¿no es tuyo?

Se lo acerqué a la cara y arqueé la ceja con aire incrédulo.

— ¿Te parece que yo me pondría algo así?

Se quedó desconcertado, como si fuera una pregunta trampa. Como si le hubiera preguntado: « ¿Este pulsera me engorda?».

—Hum... supongo que no.

—Pues ¿de quién es?

Se concentró en arrancar el coche.

—Ah, lo recogí el otro día delante de tu casa y pensé que debía de ser de melisas. Nunca me acuerdo de preguntárselo.

Volví a mirar la pulsera. Sí, se parecía mucho a una monstruosidad de esas que ella podría llevar. Su explicación era perfectamente lógica.

—Yo se lo daré. —Me lo metí en el bolsillo.

—Gracias. Oye, ¿cómo le va a Allison? ¿Se encuentra bien? —Dio marcha atrás al coche con cierta brusquedad.

—Se encuentra bien. Está cansada. —Le había contado a Derek que Allison estaba embarazada aunque ella me había hecho jurar que lo mantuviera en secreto. Sabía que él no diría nada porque seguramente nunca la conocería. También se lo había contado a Scott, pero fue por accidente. Él era tan astuto como mi madre en técnicas de interrogatorio.

— ¿Querrán saber si es niño o niña?

—No, quieren que sea una sorpresa.

—Ah. Eso está bien. ¿Ya han decidido los nombres?

Mi Segunda Primera Vez ||Sterek UA||Where stories live. Discover now