PROHIBIDO ▪2 Temporada▪

▪Capítulo 37▪ [Narrado]

Paulo Dybala.

Este fin de semana está totalmente dedicado a mí hija y a mí.
No sé cómo hice para convencer a Antonella que me deje tenerla conmigo sola aunque sea una noche y nada más. Soy el papá después de todo.

El sábado nos la pasamos jugando, con sus peluches y juguetitos al mismo tiempo que me aprendí de memoria todos los programas infantiles de Disney Junior.
Pero me gustó. Enfocarme sólo en ella me hizo sentir plenamente feliz.

En un día me hice experto en cambiar pañales y preparar la mamadera. Lo disfruté todas las veces que lo tuve que hacer.
Por la noche, después de darle un baño, cayó dormida profundamente así que me vi obligado a hacer el menor ruido posible.
Iba bien en eso, hasta me sentía un padre ejemplar, pero mí celular tenía sonido.
Hice una mueca esperando el llanto de Sofía pero por suerte no logró despertarla.

-¿Hola?- susurré al atender.

-Paulo- escuché una voz femenina. Miré la pantalla ilusionado con que sea la voz de Victoria, pero sólo era Fio. Dios, son parecidas.- ¿Chiamo en mal momento?

-No, no es nada, lo que pasa es que Sofi duerme..- reí bajito, con el mismo tono en que atendí.- ¿Pasa algo?

-Quería sabere si eres libre hoy pero veo que no. -contestó algo nerviosa.- Igual, no es nada.

-¿Qué? ¿Ibas a pedirme algo?- pregunté. La curiosidad.

-Vernos.

Me gusta la iniciativa que tiene, claramente no le importa que haya terminado una relación hace semanas.

-Pero estás con tu hija, así que bueno... Otro día- rió un poco.

Pensé un segundo a través de la línea mientras observaba los juguetes tirados de Sofía.

-Aunque podrías venir -dije finalmente.

-Non capisco lo che dici..

-Ho detto che voglio che tu venga -aclaré.

-Ah.. Seguro?- preguntó.

-Molto sicuro! Ho bisogno di aiuto anche

-No più italiano -me retó.- Quiero aprender españole!

-Perdón- sonreí.- Mala mía... Te espero.

No sé qué acabo de hacer, pero lo hice.

[...]

Al cabo de una hora aproximadamente, Fiorella llegó a casa. Como le pedí antes de venir, no tocó timbre ni hizo ningún ruido porque Sofía seguía durmiendo a pedo suelto.
Hice café para los dos y nos sentamos en la sala a hablar en voz baja.

-¿Estás sicuro que non es una molesta?-preguntó. Amo su mezcla italiano española, de verdad.

-Ya te dije que no, Fio- reí.

-La gente habla molto..

-Ya sé, pero non é nostro problema- sonreí.

-Ma tu sai che é il mio problema.. -contestó.

-Perché?

-Perche mi piaci, Paulo- levantó un hombro.- Pensé que te diste cuenta.

-Sí, me di cuenta -contesté.

-¿En serio?

-Ho interesse anche per te -comenté.

-Spagnolo per favore- pidió y sonreí.

-Que me interesás también, pero estoy muy confundido con otras cosas.

-¿Con Victoria tal vez?

-Sí..

-Te entiendo- sonrió de lado con comprensión. La confusión que manejo no se la deseo a nadie.

-Grazie per essere così diretta..- dije.

Es verdad que el tiempo que pasó desde que me dejó Victoria no arregló nada, también es verdad que no soy una luz a la hora de tomar decisiones, pero que Fiorella logra atraerme, me atrae. No voy a negarlo.
No pretendo usarla para nada, aunque parezca lo contrario, sólo que... Bueno, francamente, no sé nada.
No sé nada aparte de que Victoria está lejos, y no va a volver.

Victoria Rivero.

El avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Córdoba, lo que me pareció perfecto así lo primero que hago es ver a mí familia. Extrañaba este lugar, hace más de seis meses que no vengo.

A quien vi primero fue a mí hermano que estaba revoleando los brazos para todos lados como si ya no lo hubiese visto, puse mís ojos en blanco al mismo tiempo que sonreía hasta llegar a él.

-¡Te extrañé tanto, mocosa!- me dijo en el momento en que me abrazó.- ¿Cómo estás?

-Yo también te extrañé mucho, mucho!! -dije en medio del abrazo.- Por suerte bien, y ustedes? -pregunté, pero el grito de mamá nos interrumpió.

-¡Ay, mí vida! Estás hermosa, te extrañé como un perro! -me abrazó sacándome desesperada de los brazos de mí hermano.

-Mamita, qué lindo verte -sonreí. También miré a mí papá que estaba mirando todo con una sonrisa.- ¿No vas a decir nada vos?

Mí papá rió y abrió los brazos. Así, después de tanto tiempo, volvimos a juntarnos en un abrazo familiar los cuatro juntos.
Ay que los extrañé más de lo que creía.

-Vamos a casa, mí amor -dijo mí mamá pasando un brazo por mís hombros.

Sonreí. Es hermosa y reconfortante la sensación de volver a casa después de estar 'perdida' tanto tiempo.

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Como pueden ver, amo escribir esta fic, así que aprovechen a opinar y decirme todo. Leo todo y bueno, ya voy a contestar todo ahre ❤ Disfruten y supongan, chicas, tiren ideas, sean partícipes ahre
Paulo es un histérico? Sí. Por qué? No se sabrá hasta tiempo indeterminado (?