▪Capítulo 46▪ [Narrado]

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Paulo Dybala.

Antes de salir a la cancha tenía una mezcla de sensaciones.
Fui convocado al mundial, estoy dentro de los 23, me encuentro en uno de los partidos previos y la gente se siente desde el vestuario. Era mucha la presión pero eso nos ayudaba también.
No estaba seguro de ser titular, pero el hecho de estar me alegra mucho.

Salimos a la cancha. Era ensordecedor.
Se cantó el himno y comenzó el juego. Mis compañeros sabían lo que tenían que hacer, ya no querían desilusionar a nadie, y Lionel fue el primero es demostrarlo.
Siempre es Messi.

Argentina jugó bien. Ya en el cuarto gol sabía que no iba a entrar así que me quedé disfrutando el partido.

Cuando giro un poco mí cabeza para rascarme el ojo, creí haber flasheado, pero no. Victoria estaba en el palco.
Sólo sonreí y saludé con mí mano. Hace tanto no la veo que ni sé qué hacer.
Tampoco puedo hacer mucho desde acá.

Cuando el partido terminó me quedé con la sensación de... No sé. No sé qué sentía pero claramente ella me sacudió todo.
Fuimos al vestuario, obvio que todos felices. Estamos todos muy ilusionados y con muchas ganas.

Pasamos a las duchas y nos bañamos rápido porque tenemos que ir a seguir concentrando. Me cambié, junté mi bolso y salí del vestuario.
Fuera estaba lleno de camaras y periodistas, y prefería evitarlos. No jugué, pero capaz que me hacen hablar igual.

Caminé para el otro lado y la vi. Otra vez.
Estaba hablando con Candelaria cuando me miró. Podía ver el número 21 en su camiseta. Casi sonrío.
¿Me acerco o no? Capaz no quiere saber nada de mí, o capaz sí. Estaba en duda, pero decidí ir con ella.
Me arrepentiría si no lo hiciera.
Pero fui interrumpido por un periodista.. No los odio, pero justo quería evitarlos. Son lo más inoportuno del mundo.

-Paulo, un segundito- me pidió Marcelo Benedetto. Apreté los labios y me dispuse a escuchar.

No le presté mucha atención, sólo sé que le dije que estábamos todos muy contentos y confiados, y que todos, y particularmente, íbamos a dar todo por la copa.
Eso lo dejó conforme, así que cuando se fue, fui hasta donde estaba Victoria. Pero ahora está Candelaria sola.
La putísima madre.

-Se fue- dijo Cande sin siquiera saludar.

-¿A dónde?- pregunté.

-Con Licha..-respondió.- No sé a dónde, a su hotel supongo.

-A veces pienso que me odiás- dije y ella rió.

-Es que a veces te odio- bromeó. - Igual posta se fue..

-¿Por qué?

-Porque te ama y no puede manejar la culpa de haberte dejado- dijo con obviedad.- No le digas que te dije pero sí, eso le pasa.

-¿Te puedo pedir un favor enorme?- pregunté.

-A ver...

Le dije lo que quería, la saludé, y dejé que vaya a hablar con su novio.

[...]

Victoria Rivero.

Lisandro me llevó hasta el hotel, pensé en invitarlo a pasar, pero hoy mis sentimientos estaban volviendome loca como para estar con alguien.

Ya sola me bañé, me pasé crema en las piernas y guardé mis cosas en la valija. Mañana ya tengo que volver a Italia.
Busqué algo para comer, no tenía mucha hambre porque ya había comido en la cancha una hamburguesa.

Prendí la tele y puse los canales deportivos. Entre todas las declaraciones también estaba la de Paulo. Me mordí el labio, que periodista de mierda.

Me quedé así, bien depresiva, comiendo en la cama y mirando tele hasta que se hizo tarde, al rededor de la una de la mañana.
Me fui a lavar los dientes para poder acostarme cuando me suena el celular.

-Mmm- me quejé. Atendí sólo porque era Candelaria. -¿Qué?

-Vicky..- dijo.

-¿Qué pasa?- pregunté preocupada.

-Abrime por favor- dijo entre sollozos.-Estoy en la puerta.

-¿Qué? Ahí voy - dije calzandome y yendo hacia la puerta.

-Dale, te necesito- insistió. ¿Y a ésta que le pasa?

Preocupada, abrí la puerta ya preparada para escuchar sus planteos, pero ella no estaba llorando. Ni siquiera estaba ella.
Era Paulo el que estaba ahí.

-De nada, un beso, chau- dijo Cande totalmente felíz y cortó. La odio y la amo.

Me quedé en tildada. Fue muy de golpe tener a Paulo en frente mío.

-Te quería saludar hoy..-empezó a decir.- Pero no pude.

-No pasa nada... Pasá...

Dejé que pase. No estaba muy linda que digamos, ni lista para volver a verlo, pero no voy a desaprovechar.

-¿Por qué viniste?- pregunté.

Paulo levantó los dos hombros.

-No sé, supongo que...- empezó a decir pero no terminó.- Necesitaba verte.

El corazón se me paró, saltó, se me cayó y volvió a latir en menos de un segundo.

-Te extraño- dije yo. Ay, estoy que lloro. No puedo decir lo que siento sin llorar.

-Yo también- dijo, aunque no parecía muy convencido. No dije nada, estaba segura que no sabe lo que quiere, y me duele, pero lo entiendo.

Se me cayó una lágrima que estaba esforzándome por no dejar caer, pero cayó y me la sequé rápidamente.
Paulo se acercó y pasó el pulgar por dónde pasó mí lágrima. Esto es mucho de golpe.

Me mordí el labio mirando su boca. ¿Qué mierda hago?
Mientras pensaba si hacerlo o no me dejaría como loca, Paulo tomó la decisión primero y, después de tanto, llevó su boca a la mía.
No puedo explicar lo que era volver a sentir los mejores besos del planeta.

Se separó más rápido de lo que me hubiese gustado.

-Yo tambien te extraño como un pelotudo- dijo, y esta vez con las mismas ganas que la primera vez que nos dimos cuenta que teníamos que estar juntos.

No pensé las cosas esta vez y tomé su cara para chaparlo sin ningún tipo de miedo.
Él me levantó un poco e hizo que me prenda a su cintura. Me dejó sentarme en la mesa y nos separamos a respirar normal, pero seguimos con una seguidilla de besos cortos porque ni para respirar quería perder tiempo. Dios,no quiero perder más tiempo.

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COMENTEN !!!
Ven que comentando mucho pueden lograr maravillas? ahre 💖
Me cansé de hacerlas sufrir así que amenme (? Qué pasará????
Diganme en serio qué les pareció yeguasssss wee

PROHIBIDO  ▪2 Temporada▪Where stories live. Discover now