Victoria Rivero.
Hace un par de días estoy en Rusia. Me encuentro junto con la mamá de Candelaria, la jefa suprema podríamos decir. Mariah está en Rusia también pero en la sede donde Brasil va a jugar su primer partido en la copa del mundo. En cambio, yo estoy en Moscú, donde la selección argentina tuvo su debut hoy por la tarde contra Islandia.
El partido salió empatado 1 a 1. Mí lugar en la tribura era realmente privilegiado, podía ver todo a la perfección, incluso a algún que otro bombón del país europeo.
Una vez que el juego acabó, eran las seis de la tarde. Por lo que vi en lo poco que he estado, acá anochece después de las 10 de la noche y amanece a las 3:30 de la mañana. Es hermoso, pero el día parece ser eterno.
Fuimos a comer temprano al restaurante del hotel y finalmente fuimos a dormir. Anduve todo el día de acá para allá, recorriendo la ciudad, sacando fotos y sacándome fotos, viendo camisetas y personas de todo el mundo, simplemente disfrutando el ambiente mundialista.
Otra razón para descansar es que, casi de milagro, mañana puedo ir a la concentración de Argentina por el día de visitas. No me pregunten cómo hice para llegar porque ni yo lo sé.
Claramente la idea es visitar a Paulo, más después de que las cosas mejoraron entre nosotros. Lo extraño, y necesito verlo en un momento tan lindo para él.
[...]
Paulo Dybala.
El partido de ayer no terminó de la manera en que esperábamos, pero seguimos con las ganas de llegar al objetivo. Tampoco tuve minutos en el partido, y eso, no voy a mentir, me molesta. Doy todo para que el DT me vea, pero al parecer no es suficiente.
Hoy nos levantamos temprano porque tenemos día de visitas. Desayunamos todos juntos el menú que el hotel nos prepra y fuimos al salón donde serían las visitas.
Y sí, las visitas son todas en un lugar en común, por más que quiera hacerle de todo a Victoria, no podría.
Los primeros en llegar fueron mí vieja y mí hermano Mariano. Los abracé y ambos me felicitaron por todo lo que estoy logrando.
-Estás cada día más lindo- dijo mí mamá tomando mis mejillas entre sus manos.
-Ay mami -me reí, pero admito ponerme un poco colorado.
También comenzaron a llegar los familiares de mís compañeros, muchos me saludaban, pero no había señales de Victoria. No podía dejar mí celular por si me llamaba o algo.
-¿Qué estás esperando tanto?- preguntó mí hermano tomando un mate.
-¿Va a venir la italiana? -comentó mí mamá.
-¿Por qué supones que sería la italiana?- reí.
-Estaban saliendo, o no?- dijo mí hermano.
Los miré a los dos y sonreí con algo de picardía.
-Es Victoria..
-¿Victoria viene?- interrogó la Alicia.
-Supuestamente -sonreí de lado.
Sé que el nombre de Victoria ha causado revuelos en mí familia, pero dejé en claro muchas veces cómo eran las cosas en realidad.
Mí mamá no le tiene el mismo cariño que cuando estaba con Lautaro, pero no tiene nada en su contra. En realidad nadie está en contra de ella.
De tanto analizar la situación, me perdí el momento en que entró Victoria al lugar, hermosa como siempre. No dudo que más de uno se haya volteado a mirarla.
-Ahí está - avisó mí mamá.
Me levante de donde estaba sentado y me acerqué a ella. Me sentía un poco observado, pero no importaba mucho.
No dejé decirle nada porque la abracé y ella hizo lo mismo. Creo que esto dice más que mil palabras.
La necesitaba.
-Te felicito - dijo ella al separarse, pero le robé un beso, largo beso, antes que diga algo más.
-Gracias por venir - le sonreí.
-Te lo prometí..
Luego saludó a mí familia y a algunos de mís compañeros, entre ellos a Kichan, con quién se conoció hace un tiempo.
-¿Y Mariah?- preguntó el número 22.
-Va a ver a Brasil hoy... - contestó. Pavón hizo una mueca.
-¿Volvieron?
-Sólo ellos saben..
-Bueno, ya está, no me robes más tiempo -le dije a Cristian.- Es mí visita.
Cristian pero sacó el dedo mayor y se alejó. Victoria rió.
Mi mamá y hermano se encontraban hablando con otras familiar así que aproveché ese momento para dedicarlo de lleno a Victoria.
-Te prometo que cuando pueda voy a hablar con Fiorella- le dije.
-Eso es otro tema, estás en un mundial!! Disfrutalo. Después vemos qué hacemos. - me retó.
-Pero quiero estar bien con vos ya- insistí.
-Estamos bien.. Al menos mejor que antes -se mordió el labio.- No me mires así...
-¿Así cómo? -reí.
-Así tan lindo..
-¿Y Boston?!- bromeé.- No te das cuenta que no puedo hacer nada porque hay gente?
-Ya fue la gente, hace lo que quieras -dijo y después me guiñó un ojo. Amo cuando se pone así.
-¿Sabés que te quiero hacer?- le pregunté acomodando un mechón de pelo detrás de su oreja.
-¿Qué?
-Felíz. -contesté.- Quiero hacerte felíz.
Victoria se mordió el labio formando una sonrisa. Y a la mierda todo.
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Bueeeeno, medio poronga el capítulo narrado pero hecho con amor ❤ ahre OPINEN. !!!!
