Paulo Dybala.
Creo que en ningún momento pensé lo que iba a hacer, solamente le pedí ayuda a Candelaria y ella me ayudó, y así volví a ver a Victoria después de tanto.
Y quizá, si me pongo a contar los días, no pasó tanto tiempo desde la última vez que la vi, pero se sintió como si fuesen años.
Abrió la puerta creyendo que yo era su amiga, eso fue idea de Cande, siempre tan cupido. Quedó tildada, y yo también.
Me dejó pasar después de explicarle que sí quería saludarla hoy.
Necesitaba poder expresarme pero ni yo sabía bien qué hacía ahí. No sé por qué fui exactamente.
-Te extraño- dijo ella de la nada y me descolocó aún más, por completo.
-Yo también-contesté todavía pensando en absolutamente todo lo pasado con ella.
Se le cayó una lágrima y sus ojos verdes resaltaban más debido a eso.
Me sentía un boludo estando ahí sin reaccionar por no saber qué pensar.
Me acerqué y sequé su mejilla. Casi me muerdo el labio, no me había dado cuenta de lo mucho que estaba disfrutando verla tan cerca. Tenerla tan cerca.
Como siempre, me está enloqueciendo, y no pude hacer otra cosa más que besarla. Tampoco quería hacer otra cosa.
Volver a sentir esa boca fue lo que necesitaba.
-Yo también te extraño como un pelotudo- dije y, esta vez, ella me besó.
La levanté y dejé que se siente en la mesa.
Victoria me miró a los ojos y se relamió los labios hinchados.
-Sos..- empezó a decir y negó con la cabeza.
-¿Qué?
-Hermoso- sonrió de lado y, no, no pude evitar reír por lo bajo.
Llevé mis manos debajo de sus orejas y la besé nuevamente.
-Victoria..- dije. Tenía una duda.
-¿Sí?
-¿Estuviste con alguien más?- pregunté. No me refería a sólo tener onda, porque eso lo sé, me refiero a lo físico.
Victoria negó.
-No...- contestó.- ¿Vos? - esta vez negué yo.
No me considero dueño de ella, eso sería enfermo, pero me alivia saber que después de mí no hubo nadie. Después de ella tampoco hubo, más allá de alguna tentación.
Volví a darle un beso en los labios al cual a ella no le costó para nada adaptarse. Se pegó más a mí cuerpo y deslizó sus manos por debajo de mí ropa, acariciando mí abdomen.
Mientras le mordía el labio, subí su remera y se la saqué cuando ella levanto los brazos.
No tenía el corpiño ya, seguro estaba por dormir y ella odia dormir con eso puesto.
Llevé mís manos a sus pechos y los cubrí con mís manos levantándolos, ella suspiró un poco sobre mís labios debido a lo que hice.
-Vení - dijo con la respiración notablemente agitada y me guió hasta la habitación.
[...]
Victoria Rivero.
Estaba relajada, tirada en la cama, tapada por el frío y con los ojos cerrados mientras sentía los mimos de Paulo en mí pelo.
Se hubiese seguido seguro que me dormía, pero paró y eso me hizo abrir los ojos.
-Me cansé el brazo- explicó y reí un poco.
-Esta vez te lo dejo pasar- bromeé.
El jugador se acomodó en la cama y quedó de frente a mí, tapándose hasta el cuello igual que yo.
-¿No tendrías que estar concentrando?- pregunté.
-Sip, pero me escapé- sonrió de lado - Le pedí a Gonza que me cubra.
-¿Y vos confias en él?- levanté una ceja y él rió.
-No seas mala, hay cosas que le acierta- siguió mí joda.
Lo vi reír y me mordí el labio.
-Me alegra verte otra vez- dije.- No estoy muy orgullosa de cómo te traté..
-Igual te entiendo- contestó - Uno no se da cuenta lo que tiene hasta que lo pierde, no?
-Siempre supe lo que tenía- apreté los labios.
-Lo que tenés- me corrigió.- Soy todo tuyo, siempre va a ser así - rió levemente. Sonreí algo sonrojada por lo que acababa de decir y le di un corto beso en los labios.
-Perdoname- dije.- Tendría que haber sido más tolerante, no es nada fácil lo que tuviste que vivir con Sofía.
-Na, vos hiciste todo bien. Mí obligación con vos era cuidar la relación a la par tuya y no lo hice.
-Bueno, mejor dejar atrás esas cosas- dije.- Si los dos estamos arrepentidos...
-¿Qué vamos a hacer?- preguntó. La pregunta del millón.
-Mañana me tengo que ir a Italia, y vos tenés un mundial por delante.. Así que.. - empecé a decir pero me interrumpió.
-No quiero tanto tiempo más sin vos.
-Te voy a ir a ver, lo prometo- dije con una sonrisa.
-¿Sólo a ver? -preguntó con una ceja levantada.
-No puedo distraerte más - dije con doble sentido y Paulo rió.
-Creo que ya ni quiero ir a Rusia.
-Ay que exagerado!- reí.- La vas a romper, estoy segura.
Paulo sonrió y me abrazó fuerte por debajo de las sábanas.
-¿Qué pasa?- reí.
-Aprovecho el tiempo antes de irme- contestó.- Deberías hacer lo mismo.
Sonreí y le di un beso en la cabeza, que después pasó a ser un beso en los labios, y después terminó en otro chape más de reconciliación.
Sé que todavía hay cosas por hablar, pero este momento sólo se presta para estar juntos y que lo demás, perdón la expresión, nos chupe bien un huevo.
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No quiero decir que soy la mejor pero soy la mejor ahrrrre 👸 mentira, sólo comenten, opinen y disfruten que se viene Rusiaaaaa 💖💖🙌🌎🏆
