Capítulo 10.

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DIA SIETE.

-Vamos a tener muchos niños, ¿verdad?- preguntó Calum, estaban ambos recostados en la habitación de éste mirando el techo. Calum podía oler el perfume de Ashton.

-Yo estaré dispuesto a todo... Siempre y cuando sea contigo, amor- contestó y dejó un beso en la frente de Calum.

Sin saberlo se estaban ofreciendo un amor incondicional, se estaban prometiendo tantas cosas que era poco probable que las cumplieran y muy fácil de romperse.

Aunque para tener aquella edad, era imposible saber o identificar cuáles se cumplirían.

Ashton despertó en su habitación, las cortinas estaban cerradas, parecía todo tan oscuro y solitario, así como se sentía él justamente.

No deseaba levantarse, no deseaba hacer algo en esos momentos o en los próximos días, tan sólo dormir y olvidar.

Pero alguien tenía otros planes para él.

-¡Arriba que ya salió el Sol!- exclamó Diego, Ashton gruñó y se cubrió con las sábanas.

-Guarda silencio- pidió y su voz estaba ronca.

-He preparado un desayuno exquisito para esa resaca, así que levántate- le golpeó un poco el brazo y Diego salió de la habitación. Ashton sonrió, después de meditarlo por unos segundos, salió de su cama y fue al baño, simplemente para ver su rostro.

Tenía un aspecto horrible, se lavó el rostro y fue hasta donde estaba Diego, el olor a café y a algo más le hizo recordar lo hambriento que estaba.

-¿Qué has cocinado? - trató de ver, pero Diego lo miró mal y Ashton retrocedió dos pasos.

-Ve a sentarte, yo te diré cuando esté listo- lo apunto con un cucharón y sonrió amablemente. Ashton rio un poco e hizo lo que dijo.

A los pocos minutos, Diego ya llevaba un plato en su mano derecha y una taza en la izquierda.

-Para la resaca, unas enchiladas y un café bien cargado- lo dejó frente a Ashton, este las miró un poco dudoso, sabía a lo que estaba enfrentándose, pues el mismo Diego le había platicado algunas costumbres-. No pican tanto, ustedes no aguantan eso.

-Confiaré en ti- dijo y probó un poco, estaba picoso, sí, pero el sabor era genial, así que por más que le causara un leve ardor en la garganta, no dejaba de comer. Diego sonreía triunfal mientras comía las suyas.

-Te lo dije, ¿cómo te sientes ahora?- Ashton tragó lo que tenía en la boca y bebió un poco de su café.

-Definitivamente mejor que hace veinte minutos, esto está delicioso- comió aún más hasta acabarse lo que había en el plato, sentía como si hubiera comido miles de enchiladas. Sin embargo, estaba satisfecho.

-Eso me hace feliz- dijo Diego orgulloso.

-¿Puedo hacer una pregunta?- preguntó Ashton, Diego lo vio algo dudoso, pero finalmente asintió.

-Está bien, Ash.

-¿Que dejaste en México para que lo añores demasiado?- Diego suspiró, bajó su vista a su taza de café como si ahí estuviera la respuesta.

- Familia, amigos, mejor comida- rio, pero Ashton solo esbozó una pequeña sonrisa-. Bien, hace años, mi padre descubrió que soy gay- rodó los ojos un poco exagerado-, él es un loco y tuve que huir, y como cualquier mexicano, vine a buscar también el famoso sueño americano... No me fue nada mal, el problema es que mi padre no me ha dejado de perseguir, es muy molesto, de hecho.

Want You Back ✨ Cashton ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora