Capitulo 19

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Zoey estaba de mal humor. Todo a su alrededor le parecía terriblemente pesado. Estaba cansada, no podía dormir bien, no podía concentrarse en nada. Las últimas clases particulares fueron un desastre, pero ninguno de sus amigos insistió en que pusiera atención. Para Jess y Zack ya era sabido, para James no; él se dio cuenta solo por su expresión.

En el pasó de tres días, los sueños extraños continuaron sin tregua. Zoey escuchaba frases en su mente, a veces con imágenes, a veces en plena oscuridad. La figura de un rey en su trono, traicionado y olvidado, era frecuente, pero ella prefería ignorar todo ese asunto.

Sabía muy bien por qué pasaba eso. Era cosa del dije, y ella se estaba inmiscuyendo en sus recuerdos, aunque no tenía idea de por qué, tampoco le interesaba. En la mañana del examen práctico de Química, se sentía fatal. No había dormido bien, estaba pálida y temblorosa. Mientras Jessica se duchaba, Zoey permaneció en la cama, hecha un ovillo entre los brazos de Zack. Al menos ya no sentía ganas de estar sola, ahora moría por sus abrazos y los de nadie más.

Zack acariciaba su frente , mientras movía uno de sus pies a un ritmo secreto. Parecía cantar una canción en su mente y ella prestó atención a ese movimiento, se concentró en él y lo siguió con su propia melodía.

—¿Estás cantando lo mismo que yo? —preguntó Zackary, divertido, inclinando la cabeza hacia ella.

—No, no sé qué cantas tú —respondió Zoey en voz baja, suspirando.

—Deberías vestirte y tratar de conseguir una buena rodaja de pastel de chocolate. ¿No dijo Jessica que había uno ayer en la cafetería?

—No debe de quedar más.

Zack frunció el ceño ante el pesimismo, pero no dijo nada. Cambió de tema con prisa.

—¿Piensas ir a visitar a tu hermano en estos días? De seguro estará feliz de ver a su heroína preferida, a la hermana que es capaz de recibir un...

—No.

Zack dejó escapar un suspiro y detuvo la mano que acariciaba su frente.

—De acuerdo.

Guardaron silencio hasta que Jessica salió del baño, con el pelo mojado y el uniforme ya puesto.

—Voy a vomitar de los nervios si no nos vamos ya. ¡Sé que voy a mezclar mal todo y haré explotar algo!

Zoey se vistió con prisa y salió junto a Jess, que no dejó de hablar de Química en todo el trayecto a la cafetería. Allí no quedaba más pastel. Comió poco, cal igual que los días anteriores, y subió al aula de Economía, clase que tendrían primero, seguida por Jess y por James. Cuando entraron, se encontraron con el aula repleta de alumnos de Tercero, sentados en todos los lugares. Se quedaron parados en el umbral, viendo cómo sus asientos al fondo eran ocupados por los traseros de alguien más.

—¿Nos equivocamos de aula? —preguntó James con una mueca.

Jessica negó, pero no se movió de donde estaba. Zoey se fijó en Davenson, que le dirigía una mirada de pocos amigos, y luego en Mariska, al fondo, casi en su asiento. Sin más, se abrió paso entre las filas hasta llegar hasta una de sus amigas , que la miró con sorna, esperando que ella se atreviera a echarla.

—¿Alguna explicación para que estés en mi lugar? —le preguntó—. Si tengo que sentarme en el suelo, al menos quiero saber el porqué.

No lo dijo de mala manera, pero al parecer todos se habían enterado de las palabrotas de Zoey a Rick, por lo que el silencio era pétreo a su alrededor. La excepción, claro, eran las amiguitas de Mariska. La propia Mariska, en cambio, no había abierto la boca.

El Alma [El dije #2] en FísicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora