Capitulo 23

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Para cuando Zoey volvió al aula, Jessica y James habían terminado el examen y la profesora los había hecho entrar a todos mientras comenzaba a corregir. Zoey abrió la puerta despacio y miró dubitativa a la mujer, que alzó los ojos hacia ella.

—¿Todo bien, Zoey? Sofía me dijo que tuviste que ir al baño, que no te sentías bien —dijo, en voz demasiado alta. Sofía le sonrió, feliz de su excusa inventada, y Zoey bufó. ¿No podría haberse inventado otra cosa que no sea diarrea? Sus compañeros la miraron burlones—. ¿Te sientes mejor?

—Sí, estoy bien —se limitó a responder. Marchó a su asiento, aguantando algún que otro comentario sin malas intenciones. Carla, una chica con la que hablaba poco, le preguntó si había usado mucho el inodoro—. No, en realidad vomité sobre la cama de Jessica —le dijo y Carla se carcajeó, mientras que Jess hizo una mueca de disgusto.

—No estarás hablando en serio —murmuró ella.

Riéndose, negó.

—Tuve que ir a buscar algo y Sofi se inventó eso. ¿Cómo les fue?

—Horriblemente mal —contestó James—. A ti bien, ¿no? Fuiste la primera en entregar.

—Nada que ver —terció—. No tenía idea de que responder a varias de las preguntas. Si apruebo, lo hago de suerte.

James parloteó algo sobre lo nerd que había estado Jessica, pero su amiga no le contestó; más bien, la miró con el ceño fruncido para hacerle saber que comprendía que ella había subido al cuarto por algo en particular, aunque no supiera qué. Como no podían hablar delante del chico, Zoey se encogió de hombros.

Laprofesora entregó algunos exámenes al final de la hora, entre ellos, el de James,que se ligó un penoso cinco. El chico lo festejó como si hubiese recibido unnueve.

Salieron del aula y, automáticamente, Jessica se aferró del brazo de Zoey.

—Iremos arriba, te vemos en diez minutos —le dijo al muchacho.

Arrastró a Zoey por las escaleras mientras que la rubia se sujetaba su nalga adolorida.

—Oye,para el ritmo —se quejó Zoey.

—¿Qué pasó? —inquirió Jess.

—¿Cómo puedes estar segura de que pasó algo, eh?

—Me di cuenta —resumió como si se tratase de una obviedad—. Habla —ordenó al detenerse en el descanso de la escalera. Zoey miró para todos lados para comprobar que estaban solas, y su amiga se impacientó más—. ¡Zo!

—Ya —le dijo, dándole palmadas en la mejilla para calmarla—. Sucedió algo muy imprudente y fui a contárselo a Zack.

Eso no dejó satisfecha a Jessica, ni por asomo.

—¿Y?

—Mi mano se prendió fuego —dijo—, y luego salí volando como un metro sin saber cómo. ¡El dije me está dejando usar su magia, pero no entiendo cómo controlarla!

—¡¿Que qué?! —replicó Jess, con la boca abierta—. ¿Tu mano... qué?

—Se prendió fuego. ¿Cómo quieres que te lo explique mejor? De repente me picaba y al segundo tenía fuego en mi mano.

—¿Y no te quemaste?

—No, ¡y no podía apagarlo! Metí la mano debajo del agua de la canilla del baño de niñas.

Jessica frunció el ceño y puso ambas manos sobre sus hombros.

—Sabes lo que esto significa, ¿verdad?

El Alma [El dije #2] en FísicoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon