15 - 'Aléjate de mí'

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—Eso es trampa —Trisha señaló a Saud, que le puso mala cara.

—¿Y qué pruebas tienes?

—¿Quieres que te lance la almohada a la cara como prueba, mocoso?

—Recurrir a la violencia cuando no tienes argumentos... típico de viejas como tú.

Trisha apretó los labios y la lanzó la almohada, a lo que Saud hizo exactamente lo mismo. Alice tuvo que apartarse para que no le diera a ella. Cuando esos dos discutían, era mejor esconderse.

—¡He ganado! —exclamó felizmente Jake en medio de la batalla—. ¿Qué teníais vosotros?

Los demás enseñaron sus cartas. Todo el mundo estaba a punto de ganar menos Alice, que tenía cuatro cartas que no tenían nada que ver entre ellas. Puso una mueca de disgusto.

—Nunca aprenderé a jugar a esto.

—Claro que lo harás —le aseguró Dean—. Es solo cuestión de práctica.

—Lo dudo —insistió Alice, desanimada—. Doy asco en esto.

—No solo en eso —le dijo Trisha, a lo que Saud y ella dejaron la batalla y se pusieron a reír a carcajadas. Dean y Jake les pusieron mala cara.

—Me encanta tu forma de demostrar tu amistad, Trisha —Alice sacudió la cabeza.

—No debí enseñarte a usar el sarcasmo tan bien —dijo Jake recogiendo las cartas de los demás.

—¿Y quién ha dicho que seamos amigas? —Trisha la miró.

—En el fondo, me quieres, aunque solo sea un poco —Alice se acercó a ella, sonriendo.

—De eso nada.

—Que si.

—Que n... ¡Ugh! ¡Aparta!

Alice dejó de abrazarla al instante en que Trisha empezó a revolverse, como si hubiera intentado matarla.

—¿Vais a volver a jugar? —preguntó Alice, desolada, al ver que volvían a repartir.

—Sí, perdedora —murmuró Saud maliciosamente.

—Pues yo voy a aprovechar para darme una ducha —murmuró de mala gana. No quería tener que aguantar otra derrota segura.

Se le hacía raro tener que subir al último piso para poder usar el cuarto de baño. Se sentía como si esa siguiera siendo su habitación aunque sus cosas ya no estuvieran ahí.

—Por cierto —Jake la miró—, Tina me ha dicho que vayas a verla después. Necesitaba ayuda con no sé qué.

—¿Hoy? ¡Es mi único día libre! Quería dormir.

Y escuchar música. E ir a molestar a Rhett. Un poco de todo.

—La vida es dura —Trisha se encogió de hombros.

—Ella tiene una cama que no está tirada en el suelo —murmuró Saud—. Su vida no es tan dura.

Alice subió las escaleras lentamente, distraída. Ese había sido el único día en el que se había podido levantar más tarde de las seis de la mañana en toda una semana... y solo por ser domingo. La perspectiva de tener que volver a clase con Deane al día siguiente no le entusiasmaba demasiado.

Deseó poder decir que se encontraba mal y, simplemente, no ir. Aunque, claro, seguro que Deane mandaría a Kenneth a buscarla. Y no era una perspectiva demasiado agradable.

Alguien la llamó, sacándola de sus cavilaciones, justo cuando llegaba a su habitación. Al levantar la mirada y encontrarse al pesado de Kenneth, suspiró lastimeramente.

Ciudades de Humo (¡YA EN LIBRERÍAS!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora