Contra ataque.

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Alex:

Cada abrazo que me da Sol es lo mejor del mundo, siempre soñé con poder estar así con ella, pero desde que golpee a su padre el me demando diciendo que quería revocar el matrimonio con Sol, eso pasaría si no le daba dinero, decidí no decirle a ella para que no le afectara ya que su madre esta mejor lejos de su padre.

Ahora me encuentro sentado en mi despacho, enfrente de mi esta el padre de Sol, no nos hemos podido mudar los ángeles ya que su padre me demando.

—Ya te dije, si tanto quieres a mi hija pues dame un millón— sonrió ladino el bastardo

—No te fue suficiente con golpear por años a tu propia hija, esposa y hijo aparte de intentar violarla y encima de todo venderla—suspire—Si no estas muerto es por Sol, no sabes como me encantaría matarte a golpes— el soltó un carcajada carente de humor mientras que yo sonreí ladino.

—No, no me basto—yo choco los puños en mi escritorio y me levanto

—Te haré un cheque— sonrió falsamente

—Que bueno que hagas feliz a Sol— lo miro serio—Apesar de todo ¿si te abrió las piernas no?— ríe  no puedo evitar golpearlo una vez mas.

—No te permitiré que hables de esa manera de mi esposa— lo tomo de la camisa y lo saco de mi casa, suerte que Sol fue al gimnasio— No te quiero cerca de MI Sol, amenos que sea para disculparte por la mierda que has sido de padre— el asiente riendo y se va.

(...)

Sigo pensando en la real luna de miel que quiero tener con Sol, tal vez ahi si la pueda hacer mia.

A pasado una hora desde que se fue el padre de Sol, espero que regrese rápido del gimnasio ya que la quiero ver. el sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos.

—Hola nena— digo a Sol quien me llamo por teléfono.

—¿Alex podrias venir por mi?—su voz se oye temblorosa y puedo reconocer que quiere llorar

—¿Estas bien? ¿Que pasa amor?—me preocupa por que me llame ella nunca llama así.
—-Alex por favor ven por mi— suelta un sollozo y yo me altero

—Voy para aya.

(...)

Llego al gimnasio rápido, hice cinco minutos ya que en realidad queda cerca de casa, entro rápido y puedo ver a Sol con los ojos rojos e inchados por que lloro y lo que mas me hace enojar es que tiene un morete en la mejilla.

Alguien morirá hoy, nadie se atreverá a tocar a mi Sol y vivir para contarlo.

—Sol dime quien carajos te hizo eso—me arodillo enfrente de ella ya que ella esta sentada, tomo sus manos y sus ojos se cristalizan

—Me....me....intento toca..r— dice temblorosa y el enojo se apodera de mi

—¿Quien carajos fue?—ella niega y me abraza, yo sobo su espalda y ella solloza

—¿Que fue lo que paso princesa?—ella suspira ya calmada pero yo sigo echo furia

—Estaba en los probadores recogiendo mis cosas y un chico del gimnasio se acerco y me acorralo a la pared, me intento besar pero yo lo aparte, me halo del cabello y me intento desvestir, pero lo golpee y el me golpeo, grite y cuando Ian llego lo logro alejar y pude salir— sus ojos se llenan de lagrimas—Ian lo golpeo— ahora los celos y el enojo me dominan.

—Dime donde esta ese hijo de puta.

—Ian se lo llevo a su casa, es su primo, me dijo que le daria su merecido y que te llamara—yo asiento y la abrazo

—Te juro que si lo veo le corto las bolas, esto no se quedara así Sol— ella asiente

—Vamos a casa preciosa—ella asiente y salimos al auto.

Le abro la puerta a Sol y sube seguido de darme un sonrisa.

—No volverás a venir— digo mientras conduzco.

—No es necesario, se que Ian lo correrá del gimnasio apart...—la interrumpo.

—Sol no volverás a venir al gimnasio, no lo volveré a decir—ella bufa.

—Alex, Ian me va a cuidar no te preocupes—golpeo el volante del enojo, ¿que se trae con ese Ian?¿cuidarla? ¡para eso estoy yo!

—¿Que mierda te traes con ese Ian?—ella rueda los ojos—Para cuidarte estoy yo y nadie mas— ella se cruza de brazos y ya no me mira si no a la ventanilla.

—Sol, amor es por tu propio bien—ella no dice nada, ni siquiera me mira.

—Sol—la llamo y no obtengro resultados—¿ amor?— tampoco—¿quieres chocolate?— ella solo asiente sin mirarme aun y yo no puedo evitar reír un poco-—Te amo— ella no dice nada aun solo suelta otra risita mas.

Llegamos a casa después de la pequeña discución pero Sol aun no me habla.

llega a la habitación y yo detrás de ella y se encierra en el baño.

—Sol amor, se que estas enojada pero es por tu propio bien, háblame princesa— ella no dice nada y la espero en la cama. después de quince minutos Sol sale del baño ya cambiada y bañada.

—Sol— me sigue ignorando, me paro y me pongo enfrente de ella para bezarla pero no me deja—¡Oye!— ella ríe.

—No tendrás besos hasta que me dejes ir al gimnasio—se cruza de brazos y yo rió.

—Extorsiona dora tenía que ser mi esposa— rueda los ojos sonriendo.

—Bien—ella se pone contenta y me da un beso largo, uno que subió de tono.

—Sol, va monos de luna de miel—ella se detiene y asiente sonriendo.

—Ahí te haré el amor.

Sentencia de amor.Where stories live. Discover now