Sentencia de amor.

¿Venganza?

Siento un inmenso dolor de cabeza, me decido en abrir los ojos con miedo, cuando lo consigo enfoco el techo, con humedad y la pintura desgastada, estoy en el piso, intento moverme pero me es imposible por las cadenas a mis pies y manos detrás de espalda, alguien entra al cierto cerrando la puerta detrás de él, con trabajo enfoco la vista hacia esa persona y doy con el, mi padre

—¿Por qué me haces esto?—murmuró y el me hace sentarme en una silla para seguido hacerlo el.

—Hay sol, no sabes en qué estás metida— rie y yo frunzo el seño.

—Papa, por favor— el tenza la mandíbula.

—Nunca aguante que me dijeras padre, solo hacías que me dieras más asco— yo asiento, intento que el nudo en mi garganta no me Venza.

—Nunca supe por qué me odias tanto, yo no te hize nada—el rie

—No soy tu padre—me mira serio y yo frunzo el seño

—¿Cómo que no lo eres?— susurro y el suspira.

—Ni tu ni sal, son mis hijos, tu madre es una zorra como tu—Escupe con rabia— ¡Soy estéril!—grita y yo me asusto.

—Yo nunca tuve la culpa, ni sal— digo firme y el niega

—Ustedes tuvieron la culpa, tu madre, yo la amaba y me engañó, y ustedes fueron ese maldito fruto—Se levanta y me golpea.

—Siempre te odie— mascullo y el toma mi cabello alandolo.

—No quise que fueras como ella, una sucia zorra—de la nada, siento algo frío contra mi hombro.

—Tu nunca deviste nacer—masculla y el dolor me invade totalmente.

—ahh— grito y siento como la sangre enpieza a salir de mi brazo.

—¡Eres un hijo de puta! ¡Por eso ella te engaño!—me da otra befetada.

—De tan solo verte me das asco.

Su mano va a mi pecho pero me muevo escándalozamente.

—¡No me toques maldito!— grito y el rie.

—No, tengo algo mejor para ti—yo frunzo el seño y solo veo oscuridad, me puso algo en la cabeza.

Siento como me levanta, camino lento, después siento como me dejan en una cama, los nervios invaden mi cuerpo.

—Siempre quise hacerte esto— susurra en mi oído, yo niego, me quita la venda y enfoco otro cuarto, me amarra a la cama dejando mis piernas libres y empieza a desgarrar mi vestido, yo gritó que me suelte pero no lo hace.

—¡Por favor no me hagas esto!—grito y el rie.

—Yo nunca quise que ella me hiciera esto— murmura, mis pechos quedan expuestos y empieza a tocarlo, solo siento asco, que ese maldito hombre me toque.

—Te gustará presiosa—rie, me quita las bragas y empieza a tocar mi feminidad, yo cierro los ojos y pienso en Alex, su sonrisa, su cuerpo, sus manos en las mías pero el me golpea y esas imágenes se van.

—Mirame perra—toma mi cuello apretándolo, se quita la ropa y me da más asco aún, abre mis piernas pero yo pataleo, mal, me da un golpe con el puño en la mejilla ocasionando que me quedé quieta, de un golpe me ultraja, yo gritó de dolor, siento como el navajazo de mi hombro duele más y sangro.

—¡No!¡Suéltame maldito!—grito pero no lo hace, pierdo la noción, veo borroso a causa de las lágrimas, solo observo la pared y siento el movimiento de la cama, su sudor da asco, yo me doy asco.

Cuando termina dentro de mi me suelta, me pone solo mi ropa interior ya que el vestido lo rompió.

—Mañana abra más diversión—susurra en mi oido, me cuesta trabajo respirar y siento que la sangre no para.

Poco a poco voy perdiendo la vista y la oscuridad me consume de nuevo.

(...)

—Despierta bonita— yo me muevo incómoda mente.

—Están aquí sol—yo abro los ojos impactada.

—Pero te mataré antes de que entren.