Un mensaje de un hijo a un padre

Un mensaje de un hijo a un padre - parte 40

"Las palabras que no se logran decir... y los pequeños que no las saben callar"    

Santiago se bajó y dejo al niño sentado en una de las sillas, desayunaron hot cakes con fruta, apenas terminaron de desayunar dejo al niño en la sala mientras Fátima le cuidaba y ellos quitaban algunas fotos y guardaron algunas cosas para que el niño no estuviera preguntando tanto, apenas terminaron de ordenar tomo el teléfono y llamo a sus padre diciéndoles que si podían ir a su casa que tenía que hablar con ellos pero no podía ser por teléfono, una hora después llegaron su padres.

Mario: que es lo que paso, ¿porque el apuro? ¿Paso algo?

Santiago: si y no, es complicado, recuerdan que hace un tiempo su nieto se encogió.

Miranda: si. –dijo extrañada-

Santiago: Arman ven un momento tus abuelos llegaron.

Arman: papi Tomas me dio una paletota mira, mira –dijo llegando corriendo con una paleta de colores feliz de la vida-

Miranda: aaa mi niño-dijo emocionada al verlo de ese pequeño tamaño- ven.

Arman: abuelita, tu cabeza también está más blanca. -dijo abrazando a su abuela-

Mirando: aa!! si amor -dijo pasando su mano por el cabello- mi cabello tiene algunas canas. ¿pero cómo?

Santiago: no se mamá, quisiera tener una respuesta pero no la tengo, tal vez la magia de aquel lugar siga presente en él.

Arman: los magos hicieron grandes a mis hermanos.

Mario: cuales magos.

Santiago: una larga historia, hijo ve con Tomas un rato para hablar con tus abuelos.

Arman: ¿puedo comer paleta?

Santiago: si, si puedes, pero no toda es mucho dulce para ti.

Arman: mm –vio la paleta de hermosos color y la estrelló en el piso-

Mario: porque la rompes.

Arman: la abres.

Santiago: para que la rompiste hijo –le quito la paleta que estaba envuelta en un plástico trasparente destapándola con cuidado porque estaba hecha pedacitos-

Armar: yo me quedo con este –tomo lo que quedo en el palito- toma –dijo empezando a ofrecer a todos los que estaban en la sala-

Miranda: mi niño hermoso, mira pensó en todos, gracias amor.-tomo un pedazo de paleta-

Santiago se llevó al niño con Tomas y Fátima mientras él, Michel, Richard y sus padres conversaron.

Miranda: no te preocupes, yo puedo cuidar al niño en las mañanas en lo que llegan ustedes de trabajar, para mi será un encanto cuidar al niño.

Santiago: gracias mamá.

Tomas: papá que vamos a comer.

Santiago: no se hijo no preparamos nada, ¿ya tienen hambre? –vio el reloj no era tan tarde-

Tomas: mm no aún no.

Santiago: llama a tu hermano.

Tomas: Arman. -grito desde donde estaba solo girándose al lado de las escaleras-