Un mensaje de un hijo a un padre -parte 53-

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La noche había llegado... con sermones, buenas y malas caras que al final a Santiago no le quedo de otra que solo callar y escuchar a sus padres, fue incomodo y prefería estar solo hablando con ellos porque a Richard no faltaba que se le escapara una risa burlona y los demás solo se quedaran callados viendo los grandes defectos de su padre, algo que nunca le había gustado, total ya era mayor, tenia su casa no le debía explicaciones a nadie pero la realidad apuntaba todo lo contrario. Amenazado y sin permiso a mas, los abuelos irían a casa de su hijo a cuidar al niño... y así fue que los siguientes dos días ellos fueron a cuidarlo, terminado ya con el medicamento recetado y un niño mimoso, pegado como chicle según decía Richard.

Fue la cuarta ves que Oscar llamo a sus padre y estos no estaban en casa, cuando lograba comunicarse con ellos le decían que habían estado en casa de su hermano... ¿Pero que pasaba? Se llego el domingo y sus padres no estuvieron en casa y como en las ocasiones anteriores estaba con su hermano.

Sack: ya sabemos quien es el favorito. -dijo un poco molesto porque sus padres no contestaran a sus llamadas, cuando contestaron les hicieron saber que estaban en casa de su hermano que después los veían- si yo toda la vida lo supe. -dijo sin enojo, mas bien era desesperación por no saber que pasaba, sentían que algo les ocultaban-

Oscar: tranquilízate adaptado -dijo sin ofensa, era algo que su hermano siempre dijo cuando chico, cuando estaba de malas, cuando no le daban lo que quería o no tenia permisos... decía: "mis verdaderos padres son unos ricachones buena onda que algún día vendrán por mi"... palabras de las que se harto Mario y saco una prueba de paternidad le dio cinco fajazos a toda ley y le dijo que en su vida siguiera diciendo eso, cada ves que lo escuchara le restregaría el papel en la cara y le daría una paliza-

Sack: grrr

Los dos hombre habían ido a casa de sus padres... solos, realmente no sabían que pasaba, si era algo que su hermano no quisiera que el resto de la familia se enterara, ya era toda la semana y ni su hermano ni sus padre aclaraban nada. Solo decían que iban a ayudarle a Santiago... pero ¿porque? o ¿para que? ¡ni idea!

Oscar: ¿a donde vas? -dijo subiendo a su auto-

Sack: ¡a mi auto!

Oscar: súbete aqui -le ordeno-

Sack: no te pongas en ese plan. -dijo subiendo al coche de su hermano-

Oscar: para que ir en dos autos... -encendió el coche, ya que los dos vivían en dirección contraria a su hermano quedando la casa de sus padre en medio del recorrido-

Sack: el cinturón.

Oscar: ...

Sack: ¿sabes la cantidad de personas que tengo que buscar a 10 o mas metros fuera de sus autos porque salieron volando por no traer el cinturón puesto?

Oscar: bien -dijo por fin abrochando el cinturón de seguridad, vamos que su hermano cuando quería podía tener la razón aunque era algo molesto tener que hacerle caso.

Con el trafico tardaron casi media hora en llegar a casa de su hermano y claro sus padres estaban en el lugar, así que estacionaron bajaron y llamaron a la puerta.

Tomas: tíos -dijo sorprendido- ¿que hacen aqui?

Oscar: estamos buscando a tus abuelos.

Tomas sin saber que hacer estampo la puerta en la cara de su tío y salio corriendo a la cocina.

Michel: ¿quien era?

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