Un mensaje de un hijo a un padre

Un mensaje de un hijo a un padre - parte 44

"Las palabras que no se logran decir... y los pequeños que no las saben callar"      

Arman despertó de madrugada, eran las 2 de la mañana cuando el niño abrió sus ojitos viendo a un punto del cuarto, veinte minutos después su padre se despertó ya que el niño le dio un manotazo en la cara sin ser su intención sino porque se estaba estirando, viendo a todos lados. Se quedó viendo a su padre pegando su cabeza a la frente de este.

Arman: papi tengo hambre.

Santiago: muaa-le dio un beso en la frente- ¿cómo te sientes?

Arman: bien.

Santiago: ¿te asustaste mucho esta tarde?

Arman: sí. –Dijo con un puchero en el rostro-

Santiago se mordió un poco los labios: bebe ¿porque te asustaste? ¿Recuerdas lo que paso? lo que paso con mami. –Dijo temiendo eso, porque fue algo que por muchos años su hijo sufrió en silencio y ahora que estaba pequeño no quería que sufriera lo mismo-

Arman: mami me dijo que me esta cuidado, hable con ella -dijo volteando a una de las paredes- ¿papi tengo hambre? –se agarró la pancita acababa de sonar- una tripita se estaba comiendo a la otra –dijo el niño haciendo un puchero-

Santiago sonrio: ven–dijo pensativo por las palabras del niño- vamos a comer algo –se levantó y coloco los zapatos, poniéndole al niño unos zapatitos para que bajara-

Santiago le dio algo para que comiera, le seria difícil hacer que el niño duerma  nuevamente pues durmió 9 horas, casi toda la tarde, él se acostó temprano por la misma razón, sabía que el niño despertaría temprano.  No le había despertado ni para cenar, el peque se había dormido con miedo y no quiso interrumpir su sueño al verlo ya tan tranquilo.

Santiago: ven vamos a la cama.

Arman: no tengo sueño –se quejó-

Santiago: pero es tarde, anda puedes jugar un ratito pero arriba de la cama –le cargo- estas pesado.

Arman: comí mucho.

Santiago: es que eres un bebe grande.

Arman: ¿él bebe porque duerme solito?

Santiago: ¿Tomas?

Arman: si, él bebe. Él bebe siempre duerme en mi cuarto.

Santiago: porque él bebe esta grande.

Arman: pero es bebe.

Santiago: ... -que complicado se pensó-

Arman: y va a la escuela ¿porque? papi yo voy a la escuelita ¿Por qué a mí no me llevas a la escuelita y el bebe si va? Papi ¿yo tengo vacaciones? Papi tienes tu ojito rojito ¿te duele?

Cuantos "papi" que bonito sentía cada vez que le decía "papi" asi que con gran amor lo abrazo bastante fuerte hasta llegas a la cama donde se acostó.

Santiago: te quiero mucho –dijo besando su mejilla a la que el niño también abrazo con fuerza y cariñosamente-

Arman: ¿jugamos? -dijo señalando un carrito en el piso-

Santiago: ... es de noche, no podemos hacer ruido todos duermen.

Arman: sí.

Santiago: está bien..-el quería dormir pero sabia que el niño no por un momento se penso "porque no le desperté"-

Arman subió a la cama unos carritos y se puso a jugar con su padre quien después de una hora se le cerraban los ojos.

Santiago: te prendo un ratito a las caricaturas si.

Arman: ¿ya no quieres jugar? Bueno las caricaturas. –dijo al ver como se le cerraban los ojos a su padre-

Santiago prendió la TV puso las caricaturas viéndolas un rato pero quedándose dormido.

Eran las 4:45 de la mañana y Santiago se había quedado dormido, Arman se bajo de la cama y fue a buscar con quien jugar llegando a su cuarto y tomando un oso de peluche (el peluche que su padre le comprara la primera vez que se hizo pequeño) la luz del pasillo estaba prendida así que podía ir a todos lados pero no se animaba a entrar a los cuartos porque estaban oscuros, quiso ir a jugar con Tomas pero este estaba dormido y su cuarto estaba muy oscuro pues cerraba las cortinas y no se veía nada, así que fue a buscar, el único fue Richard su cuarto no estaba tan oscuro ya que dormía con la ventana abierta.

Arman se acercó a la cama y le hablo pero este siguió dormido boca abajo, fue y prendió la luz de la recamara y Richard continuo dormido.

Arman: ¿Richard juegas conmigo un ratito? ¡Hermanito! ¿Richard? –pero Richard no le contesto así que trepo a su cama subiéndose a su espalda asiendo que Richard diera un salto asustado casi tirando al niño-

Richard: Arman me asustaste... ¿que haces aquí? –dijo un tanto molesto-

Arman: ¿jugas conmigo?

Richard: no, es tarde y quiero dormir.

Arman: estás enojado –dijo con un puchero pero Richard no le contesto se recostó nuevamente bastante adormilado- ¿Richard?

Se volvió a subir a la espalda de su hermano sentándose y acostándose viendo el cuarto, su hermano no tenía ningún juguete, se paró para poder ir por el peluche que dejo cerca de los pies de su hermano caminando por la cama, tomando el oso para regresar a sentarse en la espalda del mayor viendo una franja roja que se perdía en el bóxer, vio otra más pero esta estaba más por debajo del trasero a lo que puso una mueca reconociendo de que era eso, eso era de un castigo, por instinto se llevó las manitas al trasero, cuando su padre le castigaba las nalgas le dolían y eso que nunca le había castigado con el cinto (de pequeño) ¿que tanto daño podía causar aquel objeto? solo para comprobar dio un tiran al bóxer.

Richard: Armando, no hagas eso –dijo esta vez mas despierto subiéndose la ropa  y bajo al niño de la cama- vete a dormir -le ordeno-

Arman: buaaa

Richard: aaggg.. ¿Porque lloras? –dijo poniéndose en cuclillas para quedar del tamaño del niño-

Arman: estás enojado buaa

Richard: claro, me despertaste. Yo tengo clases en la mañana.

Arman: shuu buaag, también porque te castigaron buaa ¿fue por mi culpa? ¿Por eso estás enojado conmigo? shhf shhf buaa

Richard: no llores Arman, es que es tarde. Me enoje solo por eso, porque me despertaste. Tú no tienes la culpa de que papá este loco, no pasa nada, anda ya no llores. Mejor ve a dormir. Me queda una hora para que mi despertador suene y quiero dormir un ratito más.

Arman: pero ¿no estás enojado?

Richard: no, anda a dormir –le cargo y fue a la recamara de su padre quien aun dormir con la Tv encendida – ve la Tv un ratito si no te puedes dormir, toma tu oso él va a ver la caricaturas contigo. Aaccg –dio un gras bostezo- duérmete. –y se salió de la recamara para poder dormir un rato más-