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Aquella duda fue confirmada, el era la persona que estuvo espiando el instituto todo este tiempo, lo desagradable de la historia fue no pensar que yo podría salir perjudicada en todo esto. 

Dude muchas veces, siempre supe que era extraño, pero nunca  me detuve a pensar que cabía la posibilidad de que yo sin saberlo podría estar involucrada en su repentina aparición.

No pude decir nada, si tan solo Eun me hubiera acompañado esto no hubiera pasado, ella era mi escudo protector, pero tampoco podía comportarme como una egoísta, solo debí tomar precauciones. 

- En caso de que aún no te hayas dado cuenta. - hablo de nuevo sin despejar sus ojos de los míos- Hay un armario en el extremo izquierdo de la habitación, adentro encontrarás ropa y todo lo que una mujer pueda necesitar, puedes bañarte y cambiarte.

Dicho eso se dio la vuelta y se marcho.

De inmediato me levante de la cama con la única intención de correr hacia la puerta.

Forcejeé con el cerrojo en un intento de querer abrir aquel obstáculo que me impedía salir, pero todo fue en vano, el ya había cerrado por fuera.

No me serviría de nada quedarme pegada a la puerta y llorar, no lo iba a permitir eso si que no.

Tenia que hacer algo, encontrar alguna manera de salir de aquí por que haría lo imposible para escapar, pero por ahora no tenía esa oportunidad y por el momento me resigne e hice lo que el tipo dijo antes de irse.

Me hacia falta una ducha.

Tuve que llevar la única fuente de luz que existía en la habitación hacia el baño, permitiendo así alumbrar su alrededor, no era tan pequeño como pensé, me lleve una sorpresa cuando vi la variedad de productos que habían en unos estantes, Shampoo, jabón, toallas, esponjas, y de cada uno había un tipo diferente, no pensé que hubiera todo eso, en realidad pensé todo lo contrario.

El agua tocó mi cuerpo estremeciéndome, intente no pensar en lo que estaba sucediendo, quería quitar esos pensamientos de mi cabeza y creer que esto solo era un sueño más del montón, pero en el fondo sabía que todo era real.

No se cuanto tiempo me demoré, pero fue lo suficiente para que la piel de mis dedos se arrugara. Envolví mi cuerpo en una de las tantas toallas que se encontraban ahí, salí del baño con cuidado de no resbalar, el piso era de azulejo y no quería estamparme contra el suelo.

Necesitaba una mejor iluminación, la poca luz de la lampará parecía desaparecer de poco a poco, y no podía ver con claridad. Así como hice en el baño tuve que llevar aquella lámpara hasta el armario que el pelinegro había mencionado antes. Al abrirlo observe todo lo que contenía con sumo detenimiento, una gran variedad de ropa, vestidos, shorts, pantalones, blusas, zapatos, tacones, buzos, eran las cosas que se lograban ver a simple vista dentro de aquel espacioso armario y todo estaba en completo orden, nunca había visto tanta ropa junta en mi vida. Abrí unos cajones que se encontraban a los costados, dentro de ellos había otra gran variedad pero de bragas y sostenes de todo color y tamaño. 

¿Este tipo lo tenía todo planeado? 

No pensaba utilizar todas esas prendas, no había necesidad, yo ni siquiera debía estar en este lugar.

Cerré con fuerza el armario dirigiéndome hacia la cama y volviendo a colocar la ropa antes puesta en mi cuerpo.

Un pequeño jadeo salió de mis labios al escuchar la puerta siendo manipulada.

Era el.

Tome asiento en la cama, con la única esperanza de que aquel hombre no entrara teniendo malas intenciones en su cabeza.

Pero no era como creí.

En sus manos llevaba una bandeja llena de comida.

La dejo sobre la mesa y se retiro sin hacer o decir nada.

A pesar de tenerme en estas cuatro paredes encerrada (algo que no es nada normal para alguien que este en sus cabales) el parecía tan distante, indiferente, haciéndome sentir hasta cierto punto ignorada.

Me acerque a la mesita curiosa, la bandeja tenía fruta picada, un vaso de jugo y otro de yogurt, también habían tostadas, todo lucía delicioso, debía admitirlo, pero yo no estaba dispuesta a probar un solo bocado.

¿Quién me asegura que aquello no contenía algún tipo de droga?





❝El pelinegro sonrió de lado escuchando aquella duda de la chica, sin embargo ella no sabia que podía ser vista y escuchada, la poca intimidad que creía tener, nunca existiría, siempre habrían unos penetrantes ojos observándola❞

❝El pelinegro sonrió de lado escuchando aquella duda de la chica, sin embargo ella no sabia que podía ser vista y escuchada, la poca intimidad que creía tener, nunca existiría, siempre habrían unos penetrantes ojos observándola❞

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Secuestro ➸ [Park Jimin]Where stories live. Discover now