Secuestro ➸ [Park Jimin]

033

Una toalla fue envuelta en mi cuerpo dándome un poco de calor, me aferre a ella ajustándola en mi anatomía.

-No te enfermes por favor, me sentiré culpable si sucede. -Dice Jimin tomando mi rostro.

-Sí, sería tu culpa. -musite- Te dije que no quería entrar. -reproché con el ceño fruncido.

-Si no hubieras entrado al agua no hubiera sucedido nada de lo que paso.

-¿Y que se supone que paso? -lo dejé sin poder responder alejándome enseguida, todo había sido tan de prisa.

Entre al ascensor y me apoye en una de las esquinas apretando la toalla sobre mi cuerpo, el frío se colaba en mis huesos empezaba a ser insoportable. Jimin entró después tocando el botón que nos llevaría a nuestro piso.

-Nos besamos, eso pasó. -giro su cuerpo hacía mi y se acercó- Me dijiste "hazlo" -resalto la última palabra- Y me encantó que lo hayas dicho.

-C-Cállate.. -solté avergonzada ocultando mi rostro con la toalla.

-No lo podrás borrar de mi memoria -jure que había sonreído después de aquel comentario- Ya llegamos. -en una acción rápido tomo mi mano sacándome del ascensor.

¿Acaso el no tenía frío?

Andaba con una toalla que apenas y le tapaba el pecho, parecía querer exhibirse por el hotel.

Cuando entramos a la habitación me soltó y dejé a un lado la toalla, moría por bañarme y cubrirme del frío.

-Podríamos ahorrar agua. -lo escuché murmurar cuando estaba entrando al baño.

-Ni en tus sueños. -rodé los ojos y luego de tener mi ropa en mano entre sin más, colocándole el seguro a la puerta.

Mi corazón palpitaba con fuerza cada vez que estaba cerca de él, ahora que una puerta nos separaba, podía controlar mi acelerado corazón.

El hecho de no poder controlar mis emociones cuando estaba con él me había llevado a aceptarlo de cierta forma, aún tenía dudas, pero dejaría que las resolviera el tiempo, era lo mejor, ya no podía negarme a él y menos con sus frecuentes acercamientos y acciones.

...

Ya comenzaba a oscurecer, y el frío ya no me tocaba pues me había puesto una pijama afelpada que había encontrado entre la ropa.

-No recuerdo haber comprado esa pijama - comentó el pelinegro examinandome- Pero te queda bien.

Me di la vuelta y fui hacia el sofá en donde me senté como indio mientras tomaba el control remoto y encendía la televisión.

Habían caricaturas, películas, anime, series.. y al final me decidí por ver una película de terror psicológico.

-¿Quieres que te haga palomitas y te traiga un refresco? -escuche su voz sarcástica, sin verlo respondí.

-Está bien, aquí espero.

Su risa hizo acto de presencia mientras se acercaba y se sentaba a un lado de mi.

-¿Qué miras?

-Una película, se ve interesante.

- Si, la conozco... es el que dice "No fui yo, fue Patricia"

Lo miré con el ceño fruncido sin poder entender nada.

-Lo entenderás después -asintió.

Y efectivamente, en el transcurso de la película aquel momento se dio, y fue imposible no reírme un poco, luego guarde la compostura porque era un tema que llamaba mi atención, el hecho de poder padecer varias personalidades que controlen tu mente y cuerpo, sonaba algo muy descabellado.