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Gritos desesperados de aquel sujeto se escucharon por toda la casa eliminando la poca tranquilidad que había conseguido minutos atrás, entre en pánico casi de inmediato, sin embargo la mujer a mi lado posó su mano en mi espalda además de mirarme con calma dándome la confianza suficiente para no temer.

El sonido de los pies chocando contra el suelo se escuchaba por todo el lugar, ya estaba cerca.

Más pronto que tarde aquel sujeto apareció en la entrada de la cocina, su pecho subía y bajaba con frenesí, su torso seguía igual de descubierto que antes, mostrando sus abdominales levemente marcados.

Con su presencia y postura intentaba ser dominante , sin embargo su rostro estaba hinchado haciéndolo parecer de todo pero menos dominante.

El momento se volvió algo extraño ya que nadie decía nada, quien rompió el hielo fue la mujer a mi lado deshaciendo toda situación incómoda.

—Joven, ¿Qué sucede?—preguntó con voz suave.

—¿Qué estas haciendo aquí? — ignoró su pregunta centrándose sólo en mi.

Mis labios se sellaron totalmente, no era capaz de pronunciar palabra alguna.

—La señorita bajo a comer, no se preocupe, ella esta bien —intervino la mujer a mi lado dándome tiempo a pensar.

— Atiéndela y vigílala, iré a la empresa, regreso más tarde.

Dicho eso se dio la vuelta y se marchó.

—¿Se encuentra bien señorita?

—Si, estoy bien.

— Ahora tiene que comer, la ayudare, así será más fácil para usted.

Ella se volvió como un ángel para mi a partir de ese momento.

...

Luego de haber comido y de cambiar los vendajes de mis manos tuve la oportunidad de entablar una conversación con la mujer quien por cierto su nombre era Leah.

Nos encontrábamos sentadas en los muebles de la sala, ella me contó una pequeña parte de su vida y yo también lo hice, se sentía tan bien hablar con alguien que no fuera ese tipo, y lo mejor era saber que ahora no estaría sola.

De entre las cosas que hablamos, hubo una que llamo mi atención, y era sobre lo que había sucedido estos días, resulta que el pelinegro había dejado de ir al trabajo sólo para cuidarme, no quise creerlo pero Leah me aseguró que era cierto.

Se que no le importo a ese sujeto, al menos no como mujer.

También quedo aclarado la supuesta violación que cree en mi cabeza, por un momento pensé en decirle un pequeño "gracias" por haberme cuidado, pero luego me di cuenta de que eso seria realmente estúpido, así que deje de pensar en ello.

Lo que más me inquieto fue la manera en como Leah me hablaba de Jimin, decía cosas muy buenas de el, llevaba años trabajando en esta casa y no me supo decir algo malo que el haya hecho contra ella.

Después de todo me di cuenta de que no conocía todo de el.

—Leah..

—¿Si?

—¿Podrías hacerme un favor?

—Si, claro, el que quieras

—¿Podrías ayudarme a salir de aquí?

Analizó mis ojos por unos segundos y luego hablo.

—¿Salir?

—Por favor.. —me acerqué a ella tomando sus manos — sácame de aquí, tal vez el no te haya dicho nada pero.. estoy aquí contra mi voluntad, ese tipo me secuestro y necesito salir de aquí lo mas pronto posible.

Secuestro ➸ [Park Jimin]Where stories live. Discover now