Secuestro ➸ [Park Jimin]

08

Los minutos que pase dentro del coche a lado de ese tipo fueron los mas difíciles de mi vida, podía percibir algo negativo en su persona, nada de el me gustaba, era como estar en una jaula con un animal salvaje, no sabría en que momento podría atacar.

El auto de detuvo en frente de una mansión, y pronto un hombre salió de ella, vestía un traje negro y algunas canas se dejaban ver con facilidad, su rostro tenía pequeñas arrugas, a pesar de eso parecía ser un hombre encantador, con una belleza única, el parecido con su hijo era sorprendente, y el detalle era que el hombre no parecía aterrador.

Una gran sonrisa se poso en su rostro cuando vio a su hijo bajar del coche, yo estaba a punto de bajar, pero para mi sorpresa su educación salio a relucir al abrirme  la puerta con una enorme sonrisa, me desconcerté por un segundo, pero luego recordé que su padre estaba a unos cuantos metros de nosotros, no tuve otra opción y tome la mano que me había brindado para bajar. Cerró la puerta del coche y entrelazo sus manos con las mías.

Eso había sido suficiente.

Estaba fingiendo, lo tenía claro, no dude y me atreví a soltar rápidamente mi mano de la suya, y como ya me lo esperaba no le agrado para nada que lo hiciese, no me había dado cuenta, pero su padre observo lo que había hecho y pude entender su cara de sorpresa cuando llegamos frente a el.

Cara que cambio enseguida.

- Jimin, me alegra que hayas venido -su sonrisa se hizo presente-

- Y a mi me alegra verte -se acerco para abrazarlo-

- Que sorpresa escucharte decir eso -me miro- ¿Y me vas a presentar a esta hermosa señorita?

- Claro.

La sonrisa no había nadie en el mundo que pudiera quitársela y con derecho jamás dado tomó mi cintura acercándome a el aparentando una buena relación conmigo.

-  Te presento a T/N, mi novia.

El tono tan empalagoso de su voz sólo me irritaba.

Quería que se callará.

- Mucho gusto T/N. - tomo mi mano plantando un delicado beso en esta, su cortesía era digna de admirar- Es un placer conocerte, soy Park Kuyng.

Intente sonreír pero el brazo alrededor de mi cintura causaba mi incomodidad.

- Pasen, hablaremos un poco.

Se dio la vuelta dirigiéndose a la puerta, busque con la mirada a alguien a cualquiera que pudiera ayudarme, pero no había nadie.

-¿Puedes disimular un poco? -apretó mi cintura lo suficiente como para soltar un jadeo-

 Todo rastro de amabilidad y buena persona se esfumo en segundos.

- No, no puedo hacer eso, esto es estúpido. -espeté con clara frustración- 

- ¿Tendré que cerrarte la boca?

El simple acto de apretar los labios fue la advertencia más clara que pudo darme.

Me quede en silencio, era lo mejor.

- Compórtate como una buena novia, no es tan difícil.

Lo mire incrédula.

No era difícil fingir, el problema era el novio.

Una vez dentro de la casa, nos sentamos en frente de su padre.

Las inmensas ganas de gritarle y decirle lo que su hijo hacia se quedaron cortas cuando Jimin me mantuvo a su lado y encerrada entre su brazo todo el tiempo.

- Así que... ¿ella es la chica de la que tanto me hablas? - mencionó con la mirada puesta en mi-

- Así es, ¿no es hermosa Papá?

En otras circunstancias me hubiera sonrojado, pero sabía que todo era pura actuación.

En cambio lo único que sentí fueron nervios, al tener los ojos de ambos sobre mi.

- Claro que lo es -afirmó- Dime jovencita, ¿Cómo te sientes a lado de mi hijo?

Su expresión tan amigable me exigía que dijera maravillas de el.

Pero no había como, no podía.

Mis pensamientos eran los mismos.

"Su hijo me tiene secuestrada, ayúdeme por favor"

Claro, esos pensamientos solo quedaron en mi cabeza, los nervios eran mas grandes que yo en ese momento.

❝El pelinegro no soportaba ver lo transparente que ella era en cuanto a sus emociones, si no hacía algo pronto, su padre lo descubriría❞

Se que va muy despacio todo, pero así escribía a mis 15 añitos♥