Severus Snape

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La guerra había llegado a su fin, y ahora después de varios meses los estudiantes junto con sus familiares se encontraban en un Hogwarts reconstruido frente a la gran lápida de cemento blanco que rezaba con melancolía los nombres de los héroes que habían dado sus vidas para salvar el futuro de muchos.

Volver a reencontrarse en ese lugar no había sido fácil, muchos de los presentes lloraban las muertes de sus familiares y amigos, mientras que la directora Minerva McGonagall, con lágrimas en los ojos, dedicaba unas palabras para aquellos que habían partido.

—Gracias por lo que hiciste por Draco y su madre. —Harry escuchó el leve susurró de aquella chica que no había visto desde sexto año.

—Daphne. —sonrió, tomando su mano con delicadeza.

—Deberíamos de hablar en otro lugar. —manifestó, llevando al chico fuera de los jardines.

—¿Cómo estás? —preguntó con preocupación —. ¿Cómo están todos?

—No te puedo mentir, Harry, lo llevamos como podemos. —respondió, observando a sus compañeros de casa que se encontraban escuchando las palabras de la profesora —. La culpabilidad aún nos consume.

—Todos ustedes son inocentes, Daph.

—No es tan fácil, Harry. —negó —. Estuvimos en el lado contrario y no pudimos hacer mucho por ustedes. Fuimos obligados a hacer cosas horribles en este tiempo, de verdad agradecemos que todo haya terminado.

—Ya es cosa del pasado, Daphne. Ahora son libres de tomar sus decisiones y seguir con sus vidas.

—Estuve muy preocupada por ti. —confesó, observando sus ojos.

—No hubo un día en el que no pensara en ti, Daph. —Harry acarició su mejilla.

—¿Qué pasará con nosotros?

—Seguiremos adelante. —respondió, besando castamente sus labios.

—Lamento mucho tu pérdida, Ron. —manifestó, observando al chico llegar junto a Hermione. La ceremonia había terminado.

—También yo. —contestó con desconsuelo —. ¿Dónde está Pansy?

—Está acompañando a Draco y Narcissa. La instancia en la mansión Malfoy es difícil. —respondió, observando a sus amigos —. Tengo que irme, estaré en contacto contigo, Harry.

—Nos veremos pronto. —asintió, antes de verla partir.

—Harry debo entregarte algo. —manifestó Hermione, entregándole un pequeño sobre.

—Te vemos al rato. —dijo Ron, dándole privacidad a su mejor amigo.

Harry observó el pequeño sobre blanco, reconociendo al instante la letra de su padrino.


Harry.

Lamento haberme ido sin despedirme de ti y haberte dejado con la carga tu solo, pero con dolor te digo que así era como debían ser las cosas. Mi regreso no sería para siempre, lamento no habértelo dicho como tampoco decirte antes de partir lo que decía la profecía, pero era algo que tú mismo descubrirías en el camino. Harry, la profecía hablaba de Snape, y créeme que estuve un largo rato sin poder aceptar que fuese real. Sé que te preguntarás el por qué no te lo dije, pero debes saber que si lo hubiese hecho podría haberlos puesto en peligro tanto a ustedes como la misión que tenía Snape en ese momento. Espero que lo sepas comprender.

Te deseo mucha suerte, Harry, estamos todos muy orgullosos de la persona en la que te has convertido y tenemos fe ti. Sé que aunque me vaya de nuevo, Remus se quedará para ayudarte y apoyarte en estos tiempos tan difíciles que se acercan. Muchos éxitos, Harry. Te queremos y estaremos contigo por siempre. Tanto tus padres como yo, te deseamos lo mejor y deseamos que seas muy feliz.

Con amor, Sirius.


—Lamento no haberte dado esto antes pero así lo quería Sirius. —manifestó Hermione, acercándose a su amigo de nuevo.

—Lo sé. —asintió, abrazando a su amiga —. ¿Todo en orden?

—¿Crees que vuelva a verlo? —preguntó, mientras observaba el castillo.

—No lo sé, Hermione, pero creo que sabes dónde encontrarlo.

—No sé si quiera verme.

—Lo tendrás que averiguar tú.

—Lo sé. —asintió —. Gracias por declarar a su favor.

—Tú también lo hiciste, Hermione.

—Pero no sabía si lo harías tú, era tú decisión y no pude agradecértelo antes.

—De verdad no sé qué le ves, Hermione.

—Harry, en la mansión...

—Lo sé, la conexión entre él y yo se rompió. Dumbledore dijo aquella vez que la conexión se rompería cuando encontremos el mismo objetivo y creo que ese día lo hicimos cuando nos negó frente a Volvemort. —asintió —. Por un momento creí que la profecía hablaba de Draco.

—Creo que estamos a mano. —sonrió.

—Lo estamos. —afirmó —. Hermione, si crees que tu felicidad está junto a él, deberías buscarlo.

—Supongo que en algún momento lo haré. —respondió —. Antes, necesito buscar a mis padres y ayudarles a recuperar su memoria.

—Estaré para lo que necesites.

—Lo sé, Harry. —sonrió —. Gracias.


***

¡Hola!

Aquí les dejo el capítulo final de esta historia, pronto estaré subiendo el epílogo y los agradecimientos.

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí.

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