🌊22. Trampa del corazón🌊

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Stella

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Stella

Lo vi todo y no pude hacer nada para evitarlo, pedí ayuda y los humanos llamaron al hospital. El chico estaba herido por proteger a mi hermana. Marina solo tuvo un desmayo por el sello que seguía grabado en su piel.

Después de verla fui a ver al muchacho. Él estaba dormido, su rostro era apacible comparado con el dolor que debió haber sentido al ser atravesado por la daga de Neptuno, un artefacto perteneciente a la cultura de las sirenas y que se perdió hace muchos años en la última guerra con los tritones. La reconocí de inmediato en las manos del sujeto que lo apuñaló, sabía que su objetivo nunca fue él, sino Marina y estaba agradecida porque la salvó.

Se lo hubiera dicho si despertaba, pero solo me quedo decirle gracias de forma simbólica. Sin que mis palabras llegaran a ser escuchadas, me despedí de él y fui a ver a Marina.

—¡Marina! ¡Marina! —escuché, una voz familiar, repetir al correr las persianas hacia la cama en donde ella se encontraba.

Me quedé del otro lado, con la fina cortina de tela blanca cubriéndome a modo de ocultarme de él. Su voz se me hacía familiar, pero no pude estar completamente segura sino hasta que me asomé por una ranura que había entre la tela y el parante de metal que sostenía las cortinas.

Era él, mi primer amor y el único humano que nunca pude olvidar, Dylan Park. Su cabello azulado decolorado seguía siendo el mismo, pero su mirada ahora solo le pertenecía a mi hermana. Su rostro denotaba preocupación y alegría al verla fuera de peligro.
No sabía que hacer, quedarme observando parecía la mejor opción; pero se tornaría la peor de mis decisión en poco tiempo. Mi curiosidad me hizo observar el momento más doloroso de mi vida, cuando sus labios se posaron en la frente de ella lo entendí por completo.

Una vez mi madre me dijo que un hombre tiene dos formas de demostrar amor, la primera es con beso en los labios y significa pasión, es un amor que comienza a florecer con entusiasmo. La segunda es un beso en la frente y significa devoción, ese es un amor puro que va más allá de lo convencional. Mi madre decía que ambos amores son similares y opuestos a la vez, diferentes porque con uno las parejas tendrán felicidad a corto plazo y no hay garantías de que su amor perdure y sin embargo no deja de ser hermoso.
Mientras que por el otro lado, el amor que se demuestra puede volverse fuerte y confiable hasta llegar a perdurar en el tiempo.

Pero, ¿puede haber pasión sin devoción? Alguien que ama de verdad no solo te quiere cuando eres brillante, sino que te ayuda a encontrar tu brillo cuando estás en la oscuridad y siempre está ahí cuando lo necesitas y viceversa.

—¿Eres su guardián? Necesitamos que tu firma para darle el alta cuando despierte —le avisó el doctor que atendió a Marina y se lo llevó hacia la recepción del hospital.

Apenas él se fue un destello de luz dorada cubrió a mi hermana de pies a cabeza. El resplandor fue tal que incluso detrás de la cortina pude ver su silueta brillar aún acostada en la cama. Hice a un lado con prisa las cortinas apenas la luz se disipó, revise la marca de su hombro que antes había visto aún grabada y sin embargo ahora era inexistente.
Entonces recordé, el beso del alma gemela revierte el hechizo porque es un amor puro e incondicional, jamás engaña y no se pierde con el tiempo porque es genuino.

—¿Stella? —susurró Marina abriendo sus ojos, tomé su mano instintivamente y agradecí a los dioses que estuviera bien.

—Todo está bien hermanita, descansa un poco —le pedí para que volviera a dormir, cuando volviera a despertar esperaba que estuviéramos de vuelta a casa y nada de esto volviera suceder.

Quería creer, aunque sea por un instante que el beso del otro muchacho fue el que logró salvarla; pero era imposible. Había sido Dylan, él salvó a mi hermana, lo que significaba que mi primer amor era el alma gemela de Marina.

Fue hace dos años atrás.

Cuando salí del mar en busca de una aventura de fantasía en el mundo humano. Era una chica curiosa, audaz y al igual que Marina me fascinaba las historias de la cultura humana.
Las líderes me dieron la misión de recolectar datos del mundo humano y las nuevas costumbres que ellos adoptaron en la actualidad.
En ese entonces, no sabía mucho sobre los humanos nuestros últimos datos eran de los años de mil novecientos sesenta, cuando su música y cultura eran muy diferentes a la actual.

Tuve muchas dificultades para entenderlos, hacían cosas que jamás hubiera imaginado: Como comprar ostentosas prendas llamativas para vestir, con eso puesto serían presa fácil de cualquier depredador si estuvieran en el mar. También comían cosas de latas y bolsas que en océano eran tóxicas.
Estaba muy confundida, el mundo que veía a mi alrededor era mucho más diferente y peligroso de lo que había imaginado, no sabía que hacer o que decir, pues podía causar serios problemas si mi identidad era revelada.

Seguí caminando por la plaza repleta de gente, pero sin dirigirle la palabra a nadie cuando él apareció. En ese momento, creí que era el destino, el humano y la sirena que se encontraban por primera vez y se enamoraban uno del otro, eso sonaba tonto, pero lo creía en ese tiempo. No puede estar más equivocada, fue amor a primera vista, es algo banal que lo diga pero así fue al menos para mí, es lo que creía. El tan comentado amor que no existe o por lo menos que no era real más, que por la atracción física fue mi impulso para seguirlo y creer cada palabra que decían sus labios.

Dylan Park era un chico humano común, tenía una familia de clase media, es decir que no tenía el dinero a montones, pero poseía lo justo y necesario para vivir. Estudiaba en una escuela de clase alta en calidad de alumno becado por una asociación que lo ayudó. Sus pasatiempos eran la natación y el básquet, era el líder del equipo de nadadores de su escuela, aunque confesó ser amante del básquet más que de la natación, ya que lo practicaba a diario.

Poco a poco nos fuimos conociendo y nos hicimos amigos. Mis salidas a la superficie, dejaron de ser un martirio tenebroso, gracias a su compañía y cada vez sabía más sobre el mundo humano y su forma de vida. Tuve muchos recuerdos agradables; pero todo terminó muy pronto. El verano casi terminaba y las líderes decidieron que era hora de que regresará al mar permanentemente. Mis padres que en ese entonces, se llevaron a Marina en su viaja a los mares del Atlántico regresarían en poco tiempo y debía volver al océano cuando antes para la inmigración de cada año.

No tuve elección y tampoco el valor para confesarle mis sentimientos aquella vez, con la excusa de que mi viaje vacacional había terminado me despedí de él esperando volver a verlo algún día. Aunque eso sonara tonto, ahora ya lo sé, la verdad es que siempre fui y sigo siendo muy tonta respecto a los sentimientos, en especial con el amor.
Y es que las sirenas solo podemos enamorarnos una vez en la vida, no hay segundas oportunidades en nuestros corazones, el primer amor es el que prevalece.
Hasta ahora no sé si lo que sentí por Dylan, aquella vez fue amor verdadero o simplemente una atracción y cariño de amigos como le decían los humanos; pero de cualquier modo mi plan definitivamente no incluía verlo de nuevo o al menos no, de esa forma.

Continuará…

Continuará…

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Isla De SirenasWhere stories live. Discover now