Capítulo 5: El secreto de Stephen

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POV Stephen

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POV Stephen

Después del encuentro con el chico que me quemó las pelotas, la tarde me fue un poco más relajada. El jefe por suerte no se dio cuenta que iba tarde a mi puesto, ya que entrevistaría a...

¿Cómo era que se llamaba?

Ah sí, ¡Logan!

Pero digo que me fue un poco más relajada, porque en cuanto salí del ascensor, ya estaba la chismosa de Samantha con guillotina en mano para decapitarme.

—¡¿Tan viejo estás que ya no sabes ni ir al baño?! ―dijo en tono burlón

De la nada salió Erick y se unió a la decapitadora.

—¡ESTÁS TODO ORINADO! ―exclamó riéndose—. Venga Stephen, ¿Ya te falla la puntería en el agujero? ―me codeó en el hombro y me guiñó bien burlón al igual que Samantha. Yo rodeé los ojos y di mi perfecta respuesta

—Deberías preguntarle a Sophie si me falla la puntería, es más, pregúntale a los vecinos... Ellos sabrán mejor, si fallo o no.―acto seguido le guiñé el ojo y le di un codazo burlón. Pude ver como su cara estúpida se le puso toda roja y simplemente se quedó sin palabras. Samantha primero frunció el ceño, pero al ver la reacción de Erick, se tapó la boca para no reírse en la cara de su propio cómplice. Yo en cambio, caminé al estilo victorioso hacia mi escritorio

Llegué a mi escritorio, tenía que terminar de archivar todos los documentos. A la verdad se me estaba haciendo difícil este trabajo, la mayoría de las cosas las tenía a cargo yo. A veces deseo a alguien que fuera mi asistente o que comparta mi puesto. Sé que quizás sería más competencia, pero sinceramente a estas alturas, dudo que yo tenga un ascenso. Me conformo con este puesto, pero sí que necesito ayuda. Todo esto me forma un estrés enorme y como si no fuera suficiente, en mi casa tengo otro estrés y ambos se mezclan y es una bomba nuclear en mi contra.

Terminé de archivar lo más importante y salí como a las tres y media de la tarde, ya que el jefe nos mandó temprano a todos. Iba a dirigirme a la cafetería que queda al lado de la heladería, pero me acordé de la conversación con Larisha acerca de Christopher, necesito llegar cuanto antes a la casa y compartir más tiempo con él. Tengo que hacer que se olvide de lo que escuchó; aunque encuentro eso tan difícil porque es tan astuto e inteligente, que es difícil de engañar. Pensé también en la propuesta que iba hacerle a Larisha acerca de ir a cenar un día de estos. Es una movida demasiado peligrosa, pero no sé por qué, pero tengo la necesidad de seguir viéndola. La miro y es tan cálida, siento una química especial y... ya me puse a pensar en idioteces, mejor acelero para llegar cuanto antes a mi casa y ver a mi hijo. Ya luego veré que hago acerca del otro asunto.

***

Cuando llegué a mi casa, me encontré con una escena tan impactante para mí. Para empezar, la casa olía a comida recién preparada, no calentada ni comprada. Segundo, ver a Sophie con un delantal, es algo que yo pagaría millones de dólares para verlo y hoy lo vi gratis. Tercero, ella jugando con el niño en la barra de la cocina, sin peleas ni llantos. Y, por último, se percata que llego a la casa, me sonríe cálidamente y se dirige hacia mí con cautela.

Nunca es Mucho (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now