La hija de mi verdadero amor (Sofia Y Hugo)

Los recuerdos de Sofia

Sofía seguía soñando despierta. Los recuerdos al lado del príncipe seguían presentes en su mente y corazón.

~Eres maravillosa... Contestó dando un pequeño beso cerca del lóbulo de su oreja.

~Basta. Río girandose hacia él.

~¿En cuanto tiempo estaremos casados? Creo que ya no resisto estar separado de ti.

~Solo espera tres meses más. Contestó acariciando su cabello.

Hugo sonrió de forma coqueta y la cargo dándole un largo beso. Sofía sintió que su corazón se agitaba cada vez más impidiéndole pensar con claridad.

De golpe la princesa se alejó, dejando al príncipe totalmente anonadado.

~¿Qué ocurre Sofía?.

~No se que me ocurre, pero siento que no está bien.

~¿Por qué no lo está? Me necesitas tanto como yo a ti...

~¡Tienes razón! Te necesito tanto que creo que estoy apunto de perder mi buen juicio.

~Pasemos unos días en mi casa de verano. Será encantador mostrarte el bosque de los alces ¡Sé cuándo te gustan los animales!

~¡Mis padres jamás lo permitirían!

~¡Mi padre tampoco! Pero debemos arriesgarnos ¡Vivamos una aventura antes de nuestra boda! Después de eso apenas tendremos tiempo para nosotros. Demos un largo paseo por los alrededores, hagamos un picnic romántico ¡Lo que tú quieras!

Sofía se llevo la mano a la barbilla y finalmente acepto.

~Aun así dejaré una carta a mis padres avisándoles donde estaré

~Haré lo mismo. Dijo con alegría.

Sofía volvió al castillo y comenzó a empacar una gran cantidad de ropa. Era algo que jamás se atrevería a hacer, aunque el poder del amor la hacía correr riesgos no pensados.

~Sofia... ¿A donde vas? Habló Amber al ver a su hermana jalando su maleta hasta la puerta principal.

~Amber...

~¡No me digas que escaparas! No hay razón para hacerlo, tienes todo lo que soñaste.

~No lo haré, tendré unas vacaciones con Hugo. Sonrió recibiendo una mirada de molestia por parte de la rubia.

~¡Eso no está bien! Contestó para después soltar una risa. ~¡Debe ser emocionante! Quiero que la pases muy bien y me cuentes todo a tu regreso.

~Gracias Amber, ¿Puedes entregarles está carta a mis padres? Hablo mostrando el sobre.

~¡Claro que sí! Yo me encargo de que no te reprendan.

Sofía subió rápidamente a su caballo y emprendió el vuelo.
Vería a Hugo en las cascadas del cielo, después de eso, juntos volarían hasta la mansión de campo de su familia.

~Creí que no vendrías, sonrió el joven al verla aterrizar.

~¡Claro que si! Estoy muy emocionada.

~Vayamos a la mansión a dejar tus pertenencias, después de eso tengo planeado que visitemos los alrededores.

Sofía y Hugo entraron a la mansión y el príncipe inmediatamente la dirigió a su habitación.