Molly la hechicera

877 58 18
                                    

~No creo que puedas entenderme Hugo. Habló Molly con dolor.

~¡No puedo hacerlo! No comprendo porque te fuiste, sin revelarme el paradero de Sofía.

~Pero ahora todo está arreglado, la justicia venció. Sonrió intentando acercarse.

~Molly es mejor que te vayas, debo ayudar a Anya y a Cedric.

~No me iré... Quiero cuidar a Anya, incluso a tu pequeño bebé, tienes un niño hermoso.

~ Sé que quieres ayudarme, pero tú misma dijiste que querías mi felicidad ¡Por favor no hagas esto más difícil!

~ ¿Y si Sofía no despierta?

~No digas eso ni en broma, ella despertará.

Cedric y Anya se encontraban escalando una gran montaña congelada. Había registros de que la flor que buscaban se encontraba en la cima.

~Solo un poco más. Habló la niña con pesar.

~El amor de una madre es maravilloso ¿No crees?

~¿Perdón?, Preguntó con confusión.

~Sofia moriría con tal de proteger a su bebé... Ese niño tiene tanta suerte, tal como su padre.

~¿Por qué ama a mi madre? Ella es al menos 20 años menor.

~Para el amor no existe edad... Además no sabes todas las cosas maravillosas que pasamos juntos, ¡éramos grandes amigos!

~Lo sé...

~¡Allí está! Gritó apresurandose a subir.
El pie del hechicero resbaló y enseguida Anya lanzó una soga para atraparlo.

~¿Se encuentra bien?

~¡Estoy bien! Antes de caer atrapé la flor. Debemos volver y preparar la poción ¡No debemos perder tiempo!

Anya sonrió con alegría y abrazó al hechicero con fuerza.

~Usted es fantástico señor Cedric.

~Tú también lo eres Sofía. Habló sin pensar. Pero al percatarse de su error escondió la cara entre su túnica.

~¿Soy como mi madre?

~Eres idéntica. Tanto física como mentalmente.

Anya saltó a los brazos del hechicero y este movió su varita haciéndolos volver a la habitación.

~¡Volvimos Papi!

Hugo se sorprendió y corrió a tomar a la niña entre sus brazos.

~¿Tan rápido? A penas pasaron unas horas.

~Quizás para ti lo sea, pero nosotros tardamos más que eso. Ahora solo debo hacer la poción y Sofía volverá a la normalidad.

~¡Anya! Mi vida ¡Volviste! Gritó Molly haciendo que Amber la mirara con molestia.

~Fue un viaje difícil, afortunadamente no tardamos demasiado.

~No te preocupes, mi vida, por fin estaremos juntas, solo debes darme la flor que llevas en tus manos.

~¿Para qué?

~Confía en mi. Contestó acariciando sus cabellos.

Anya entregó la flor y Cedric inmediatamente notó las intenciones de Molly.

~¡Alto ahí! Gritó levantando su varita, sin embargo la hechicera hizo un conjuro para desarmarlo.

~¿Por qué lo haces? Lloró Anya con desesperación.

La hija de mi verdadero amor (Sofia Y Hugo)Where stories live. Discover now