La hija de mi verdadero amor (Sofia Y Hugo)

Comienza la batalla contra Cedric.

Sofía estaba lista para atacar, pero antes debía despedirse de sus dos pequeños.

~¿Cómo era tu madre? Habló Ernest sentándose frente a la niña.

Sofía se quedó detrás de la puerta, saber sobre la esposa de Hugo la llenaba de curiosidad.

~¡Era maravillosa! Me cuidaba mucho, solía leerme historias sobre grandes héroes, ¡además! cada tarde mi padre, mi madre y yo solíamos jugar frente a la chimenea. No tengo muchos recuerdos de ella, sin embargo sé que era una buena mujer.

~Niños...¿Interrumpo? Habló entrando a la habitación.

~¡Para nada mami! Contestó Ernest corriendo a sus brazos.

~ Llegó el momento de salvar a Hugo...

~¡Iré contigo! Gritó Anya levantándose de su asiento

~Es necesario que tú te quedes y cuides de Ernest.

En realidad Sofia no quería que los niños corrieran peligro. La joven dió media vuelta y Anya cruzó los brazos con enojó, aunque no se quedaría sin hacer nada.

Hugo seguía lamentándose en silencio, mientras el hechicero bailaba a su alrededor.

~¿Por qué me dijiste eso?

~Porque me gusta verte sufrir, es maravilloso ver tu alma apagada.

~Desde que Sofía me dijo que no me amaba ¡Mi mundo se terminó! Susurró bajando la cabeza.

~Lo mejor es que la Sofía que tanto odias era solo una copia malvada hecha por mi. Río levantando al duque por los cabellos.

~¿Cómo pudiste? Hasta donde llega tu obsesión por poseerla... Menos mal ella nunca será tuya. Yo la tuve entre mis brazos, sentí su aroma, recorrí su cuerpo... Fui el primero en su vida ¡Nos convertimos en uno solo!, Tú jamás aspiraras a eso.

Cédric golpeó la cara de Hugo, su cólera era cada vez mayor... Tan solo imaginar a Sofía en brazos de otro hombre le erizaba la piel.

Hugo notó esto y siguió hablando para hacerlo explotar. Quizás no tenía las herramientas para escapar, pero al menos lo haría miserable.

~¡Cállate! Eres un mocoso despreciable ¿Qué te hace pensar que eso me molesta?

~Los besos de Sofía eran tan maravillosos... Definitivamente la mejor sensación del mundo. Cuando sentía sus hermosos labios ¡una explosión de sentimientos surgían en mi ser!, Me era imposible apartarme de ella y sé que ella sentía lo mismo por mi.

La mirada de Cedric era cada vez más inquisidora. Una palabra más haría que el hechicero cometiera una barbaridad.

~La única razón por la que no me deshago de ti, es porque quiero ver la expresión de Sofía al reencontrarse contigo. Estoy seguro de que el bicho que tienes como hija ya le dió aviso de lo que ocurrió.

~¡No vuelvas a expresarte así de ella!

~¡Una hija bastarda no merece menos!

Hugo se movió con velocidad, pero las cadenas le impidieron golpear al hechicero.

~¡Anya es lo único bueno que he hecho en mi miserable vida! Así que no te permitiré que la ofendas.

~¡Ni siquiera sabrías de su existencia si no fuera por mí!

~¡Molly la llevó al castillo!

~Y yo se la entregué.. ¿o qué? ¿Creías que era una buena mujer?, Todo el tiempo estuvo bajo mi mandato. Te enamoraste de ella gracias a un hechizo. Si no te alejaba ¡Buscarías a Sofía!