La tarde al lado del señor Cedric

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Sofía abrazó a Hugo y Cedric se aclaró la garganta.

~Sofia... ¿Podríamos ir a mi torre? En pocas horas seré llevado ante la comisión de magia. No quisiera perder la última oportunidad de estar contigo.

~Claro señor Cedric. Contestó antes de sentir que la mano de Hugo la tomaba con fuerza.

~Sofia... Estoy un poco inseguro, ¿y si es una trampa?

~Quiero creer que no. Sonrió acariciando su mejilla.

Cedric tomó la mano de la princesa y Sofía giró su cara para lanzarle un beso a Hugo.
En ese momento el hechicero movió su varita convirtiéndola en una niña de 10 años.

Hugo se frotó los ojos y sonrió con melancolía, Anya y Sofía eran muy parecidas, tanto física como mentalmente.

~¿Quién es ella papi? Habló la pelirroja señalando a Sofía.

~Ella es tu madre cuando tenía 10 años.

Anya se llevó las manos a la boca y tomó fuertemente la mano de su padre.

~¡Es preciosa!

~¿Estamos listos señor Cedric?

~Lo estamos. Contestó transportandolos hasta Encantia.

Sofía vió como su ropa cambiaba por su antigua túnica morada.
Y con una sonrisa sincera, el hechicero le devolvió su tan ansiado amuleto.

~¿Por qué me lo devuelve? Crei que no lo haría.

~Porque es tuyo, a mí ya no me servirá... Solamente soy un viejo necesitado de amor, sin embargo sé bien lo que hice y cómo la locura se apoderó de mí. Calista solía rogarme que te dejará ir, que rehiciera mi vida, pero me era imposible, siempre me preocupó tu bienestar, sabía que eras una niña dulce que fácilmente podría ser corrompida. Lo siento mucho Sofía, afrontaré mi castigo sin objetar.

~Eso ya pasó, aunque me será difícil olvidarlo. ¿Por qué no disfrutamos de nuestra compañía?, Interrumpió entrelazando su pequeña mano con la del hechicero.

Sofía salió corriendo de la torre e inmediatamente tocó a la puerta. Cedric se levantó a abrir y la resplandeciente sonrisa de la princesa apareció frente a su rostro.

~¿Digame que desea, princesa Sofia?

~Verá señor Cedric, no soy muy buena con la magia y mañana tengo un examen importante. Contestó apretando los dedos.

Sofía sabía muy bien la realidad, pero realmente quería revivir aquellos momentos en los que Cedric era su mejor amigo.

~Creo que no tengo otra opción, te enseñaré todo lo que debes saber.

Sofía saltó a abrazarlo y Cedric desplegó una sonrisa discreta.

~¡Quiero aprender a ser invisible!

El hechicero caminó hasta el lugar en donde se encontraba su varita y la agitó con firmeza. "Invisily tanti".

~¡Es maravilloso señor Cedric! Usted es el mejor hechicero del mundo.

El corazón de Cedric parecía ablandandarse con cada palabra de Sofía, si tan solo pudiera permanecer de ese modo, pero ya no era posible, tenía que dejarla ir, ahora era madre... Y esa pequeña niña ya no existía.

~Ahora inténtalo tú. Susurró limpiando sus lágrimas.

~¡Veamos!, ¡Invisily tanti!, Exclamó poniendo la varita sobre su cabeza.

El cuerpo de Sofía desapareció y la princesa comenzó a reírse.

~Atrapeme señor Cedric. Gritó corriendo alrededor de la torre.

Las cosas se movían y los pequeños pasos de Sofía se escuchaban retumbar por todas partes.

~ Sé como encontrarte. Río moviendo nuevamente su varita. ~¡Reverser!

Sofía apareció frente a él y no pudo evitar reírse por la cara de decepción de la niña.

~Me encantaría que volvieras a ser una niña, pero creo que es suficiente. Alzó la voz con tristeza.

Con un movimiento de su varita Sofía volvió a ser una adulta.

~¿Por qué? Aún no acaba el día.

~Creo que es suficiente, me iré feliz ¡Gracias por este día!

~¿De verdad tiene que irse?

~Aunque tú me perdonaras, yo no podría seguir con mi vida como si nada hubiera pasado. ¡Soy cruel y despiadado!, Quería deshacerme de tu hija, pero al ver sus ojos entendí que nunca podría hacerlo. Además me deshice de Molly para que no entorpeciera mis planes.

Al escuchar esto la mirada de Sofía cambió.

~ Sé que aún hay bondad en su interior...

~La hay, pero debo recibir mi castigo... Después de eso desaparecere de tu vida para siempre.Ya no tengo miedo de lo que te depara el futuro, porque estoy seguro de que serás muy feliz.

~Señor Cedric... Susurró dándole un último abrazo.

~Volvamos a Albuquerque.

Cuando los dos se encontraron en el jardín del castillo, dos guardias tomaron al hechicero por los brazos.

~Eviten que escape. Habló Merlin en tono firme.

~¿Señor Merlin?, Titubeó Cedric.

~Yo te llevaré frente a la alta comisión de magia, se me ha encargado tu rehabilitación.

~¡Es un honor!

~Debemos irnos.

~¡Señor Cedric! Nunca lo olvidaré. Gritó Sofía antes de verlo desaparecer.

Cedric y Merlin llegaron a la entrada de Hexley Hall. El hechicero se sorprendió, sin embargo permaneció con la mirada baja.

Al entrar al salón principal, encontró a varios de sus antiguos maestros de escuela, hombres realmente viejos, pero con una sabiduría inmensa.

~Entra Cedric. Habló uno de ellos haciendo una seña.

~Señor Alacasar... Lo siento mucho.

~¡Calla! Siempre supe que eras un fracasado, pero creí que triunfarías y te convertirías en el mejor hechicero, ¡en mi sucesor!. ¿Pero qué pasó? Te dejaste guiar por tus sentimientos hacía una niña tonta. ¿En cuántas historias el hechicero se queda con la princesa? ¡Son muy contadas las ocasiones! ¿Creíste que eras especial? Siempre aparece un príncipe guapo y reconocido ¡Está escrito y no se debe cambiar!

~Yo... Quería protegerla.

~¡Arruinaste tu futuro! Quisiste salvar su futuro a costa del tuyo. ¿Sabés que decisión tomamos?

~No lo imagino señor... Contestó limpiando sus ojos.

~Te será negado usar magia, todos tus poderes desaparecerán. Espero que ahora comprendas la magnitud del asunto.

~Lo comprendo y afrontó. Sin embargo, ¡todo lo hice para protegerla!, de la manera equivocada, pero lo hice. Creo que ella no es una niña tonta, si llegarán a conocerla sabrían a lo que me refiero. Si esto amerita que yo no vuelva a usar magia...acato su decisión, no me importa si ella es la causante, lo habría hecho una y mil veces más.

~¡Ese tonto amor de nuevo! Es prácticamente 20 años menor.

~Lo sé y ahora comprendo que no la veo como mujer, sino como a una amiga...

El veredicto fue tomado y el hechicero espero con los ojos cerrados la llegada de su castigo.

La hija de mi verdadero amor (Sofia Y Hugo)On viuen les histories. Descobreix ara