7. El ataque del semidiós

11.7K 1.1K 489
                                    

Al día siguiente, Steve, le platicó a Tony su plan para cuidar de él durante el embarazo. La idea era reclutar a más vengadores que pudieran apoyarlos en batalla y al mismo tiempo uno de ellos se quedara en la torre para hacerle compañía.

A Tony le parecía una buena idea, así no se quedaría solo y podría hablar con alguien acerca del desarrollo de su tecnología; tal vez hasta podrían proponer algunas ideas para que les fueran funcionales en batalla.

Muy temprano por la mañana, sus amigos le presentaron a los nuevos miembros; Thor y Ojo de halcón. Clint le cayó bien de inmediato, era bromista, de un carácter ligero y bastante agradable, además de ser un beta que no lo criticaba o sobreprotegía por su naturaleza. Pero Thor era muy solemne y extraño, inclusive cuando se lo presentaron, el tipo lo recorrió con una notoria mirada apreciativa, como si intentara comérselo con los ojos. Algo que desde luego Steve no se perdió cuando se puso entre los dos desplegando su aroma territorial.

La reacción de Thor fue reírse y mencionar que, si no estuviera marcado, muy seguramente hubiera intentado conquistarlo. Pero tomando en cuenta el fuerte compromiso que los unía y lo bien que lo habían recibido en algo que llamó "Midgard" no estaba dispuesto a provocar un problema territorial.

El semidiós dio unos cuantos pasos atrás y le sonrió a Steve como dando a entender que no se atrevería a hacer nada que lo molestara.

Después del pequeño roce de alfas, las cosas fluyeron con naturalidad hasta que Bucky recibió una llamada por parte de Fury, donde requería la presencia de sus agentes para una misión especial de Shield. Bucky y Nat pidieron la ayuda de Bruce, lago que le pareció extrañó a Tony pues últimamente lo requerían mucho. Casi se burló de ellos al darse cuenta de que la verdadera razón era que no querían separarse de su omega, pero al ver Bruce igual de afectado prefirió guardarse sus comentarios cuando los vio dirigirse a la pista de aterrizaje.

Steve se le quedó viendo a Thor quien sonrió y se ofreció a cuidar de Tony mientras ellos asistían al llamado de su director. Steve partió con sus amigos, no sin antes pedirle a Jarvis que le avisara de cualquier comportamiento extraño de parte de Thor hacia Tony.

—En vez de ser mi asistente pareces mi niñera —se quejó Tony frustrado frunciéndole el ceño al techo.

Thor se le quedó viendo extrañado.

—Lo siento, señor, pero es por su seguridad —habló Jarvis sobresaltando a Thor, quien volteó al techo también como si buscara la fuente de la grave voz.

—Sí, sí, sí —respondió de mala gana para restarle importancia al asunto—, vigila a los vengadores, y si los ves en problemas envía a la legión de hierro.

—Sí, señor.

Suspiró frustrado y volteó de nuevo a ver a Thor quien seguía inspeccionando el techo.

—Tu construcción es muy extraña —dijo el semidiós viéndolo sorprendido—, ayer la mujer alfa también pidió algo y el techo respondió. Es como una presencia divina que estuviera por todos lados.

Tony entornó los ojos y se acercó al espacio donde trabajaba con su armadura. En ese momento la estaba recargando por si llegaba a necesitarla; el hecho de que estuviera Thor en ese lugar no quería decir que no podría llegar a usarla.

Se quedó parado un buen rato, pensando en la posibilidad de generar algún tipo de batería autosustentable que le permitiera a su armadura alimentarse de energía sin la necesidad de estar conectándola a tierra, cuando la voz de Jarvis lo interrumpió en su profundo análisis.

—Señor, una amenaza se acerca a toda velocidad —advirtió la grave voz.

Tony miró los monitores y vio sorprendido que una especie de misil estaba muy cerca de colapsar en el edificio. Sintió cuando el alfa lo tomó por la cintura y se elevaron en el aire haciendo un agujero en el techo.

Nuestra gran familia (Stony mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora