12. Bucky, un alfa protector

9.8K 997 197
                                    

Unas semanas más pasaron y Tony estaba muy cerca de los siete meses de embarazo. Los vengadores entraban y salían del apartamento de Tony por los constantes trabajos de Shield y su propia misión contra Hydra. Tony por su aparte había dejado de trabajar desde hace un tiempo, solo se dedicaba a hacer un poco de ejercicio en la caminadora que había comprado Fury para él, alimentarse con una dieta estricta preparada por Nat y Bruce y dejarse consentir por todos.

Con el paso de las semanas y con el nido construido y bien marcado, Tony ya no había tenido esos ataques de ansiedad molestos que no lo dejaban respirar; tampoco tenía náuseas y los distintos aromas del apartamento no le molestaban. Todo pintaba para bien, por fin podía disfrutar de un día completo sin molestias.

En la noche, decidió pasar un momento en la sala acariciando su gran vientre y recibiendo como respuesta algunos suaves golpes de su bebé.

— ¿Tu bebé se está moviendo? —Preguntó Bucky, quien ese día le había tocado quedarse para cuidarlo junto con Thor.

—Sí —respondió de mala gana sin voltear a verlo.

—Vamos, amigo —dijo él sentándose a su lado y abrazándolo por los hombros—, creí que habíamos superado esa barrera. Se supone que ya no me odiabas.

—Siempre te odio —respondió intentando sacudirse a Bucky de encima, aunque lo dicho era mentira.

Sin embargo, no habían pasado mucho tiempo sin que estuviera Steve presente, no tenían mucho en común ni temas de conversación.

—No lo haces —se burló Bucky picando juguetonamente su pancita—, hace poco te escuché hablar con Bruce acerca de "tu familia" y yo estoy dentro de ella.

—Solo porque eres tan amigo de Steve —respondió de inmediato.

No pudo evitar un suave quejido cuando sintió el fuerte movimiento de su bebé, era como si el pequeño travieso se estuviera estirando. Sintió que sus órganos eran presionados con un poco de dolor.

— ¿Ves? Inclusive mi sobrino te castiga por negarte a quererme.

Tony bufó dándole un codazo. Era vergonzoso aceptar que con él sentía una paz muy similar como cuando Nat se mantenía así de cerca.

—Cállate, ¿quieres?, además, ¿qué haces aquí? ¿Acaso Bruce no podía quedarse? ¿Por qué necesariamente tenías que quedarte tú?

Bucky se rio entre dientes mirando hacia la cocina donde se encontraba Thor. Su amigo se inclinó más cerca y le habló al oído.

—Steve no confía en Thor, ¿no te has fijado que siempre deja a Nat contigo cuando también se queda Thor? Solo que esta vez necesitaba a Nat en el trabajo de hoy.

Tony se mordió el labio para evitar sonreír. Thor era un buen sujeto, aunque era muy obvio que tenía un interés extraño sobre él; como si estuviera esperando el nacimiento de su bebé para secuestrarlo y llevárselo a Asgard.

—Pero si te molesta tanto mi presencia —suspiró Bucky con resignación—, solo basta con dejarte tranquilo.

Dicho esto, el alfa se puso de pie y fue a sentarse al comedor. De inmediato Tony sintió que todo el calor acumulado gracias al alfa, se escapaba de su sistema. Odiaba sentirse tan cómodo con Bucky y no estaba dispuesto a confesarle lo feliz y cálido que lo hacía sentir, como cualquier miembro de su familia. Decidió quedarse allí sentado abrazándose y sus ojos humedeciéndose por las lágrimas.

«Estúpidas hormonas del embarazo», se seguía quejando cuando le daban esos arranques emocionales.

Ese había sido el primer día sin molestias y tenía que arruinarlo con su necesidad por sentirse protegido. Era aún peor la situación porque no quería pedirle a Thor que se sentara a su lado, en ese momento solo quería a Bucky de vuelta.

Nuestra gran familia (Stony mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora