Mia: Un amor imposible

Capitulo 9

Al final se me hicieron las nueve, ya tenía todo preparado, las velas listas, la cena toda echa, la mesa puesta, en el centro de la mesa había un ramo de rosas que iba a ser para Mia al acabar la noche, tenía que hacerla sentir especial, que sintiera en ese momento y en lo que quedaba lo que yo sentía por ella, pero estaba difícil aunque yo no iba a tirar la toalla, yo la quería en mi vida y iba a estar en ella me costara lo que me costara.
A las nueve en punto tocaron al timbre, yo me había puesto un vaquero y una camisa vaquera desabrochada, casi parecido a lo que suelo llevar siempre, soy muy de camisas, camisetas de tirantes y cosas así... Abrí la puerta , estaba nervioso pero todavía me puse más nervioso cuando la vi, allí estaba ella, con un vestido negro que le llegaba hasta los pies, un escote muy pronunciado y un cinturón dorado, unos tacones muy altos que apenas se veían, y el pelo rizado caía sobre sus hombros, estaba espectacular.
-Hola Alan , he traído un poco de vino.
-Mia, no hacía falta, pero pasa, siéntate, voy a por unas copas.
Mia se sentó en mi sofá y yo fui a por dos copas , las llene del vino y me senté junto a ella.
Sin decirme ni una palabra, me agarró la pierna con la mano y empezó a acariciarme la pierna desde la rodilla, hasta arriba, mientras hablaba.
-Bueno Alan... Y tu.. Me dijiste que nunca habías estado con ninguna chica no?
-No... En ningún aspecto.
-¿En una cama tampoco?
-No.. Tampoco.
-Bueno pues eso va a tener que cambiar.
De repente me levanto del sofá, me quito la camisa me empezó a besar, note como bajaba la mano hasta bajo, también note como me tocaba...
Me quito los pantalones, le desabroche el vestido y en menos de dos segundos estábamos en ropa interior, me empujó contra la mesa, oh dios era todo lo que había deseado, a la mierda la cena, ahora si que tenía ganas de Mia.
Nos desnudamos por completo se puso encima mía y empezó a moverse lentamente, mientras me susurraba cosas al oído.
-Nunca has sentido algo como esto no Alan?
-Nunca-conteste por inercia aunque del placer que llevaba casi ni podía hablar.
Mia me cogió del pelo.
-Nunca vas a sentir nada así con nadie porque tú ya eres para mi.
-Si.-contesté- Soy para ti.
De repente Mia se aparto y noté como me corría, que gustazo.
Mia se vistió, me vestí, cogió sus cosas se aproximo a la puerta y me dijo antes de salir:
-Recuerda las palabras que me has dicho mientras la metías, tú ya eres para mi.
Sin dejarme contestarle, se marcho y me volví a quedar solo, con la mesa desmontada , el ramo de rosas por los suelos y la cena en la cocina sin sacar, no sabía si esto podía suponer el principio de una historia de amor o el final de una amistad y de una historia de amor... Recogí la mesa y el ramo de flores de la mesa y me fui a la cama dandole vueltas al asunto, a Mia, cada vez era peor, en verde solucionarse , se estropeaba todo más, no entendía nada, no sabía que quería esa chica de mí...