Capitulo 14

113 3 0
                                    

"Firmando este papel, aceptas como sumiso a no hablar con nadie sobre esto, si incumples el contrato de privacidad puedes tener graves consecuencias.
Como sumiso aceptas no mantener ningún tipo de relación con cualquier otra chica. Aceptas mantener en secreto mi verdadera identidad. Como sumiso si en algún momento quieres que este contrato y esta relación llegué a su fin tienes que avisarme con quince días de antelación, este contrato tiene duración de un año, en un año caducara y sólo si tú quieres se volverá a renovar".
Cerré el sobre, guarde los contratos en la mesilla y me marche a entrenar.
En el vestuario se acercó Ray un compañero que era más bien amigo que compañero.
-Tio-me choco la mano, parecía triste.
-Que pasa?
-Nada tio me han echado de la casa donde vivía porque no podía pagar el alquiler, no tengo donde dormir esta noche y...
-Ray sabes perfectamente que mi casa es tú casa, puedes quedarte el tiempo que te haga falta.
-Muchas gracias Alan, esta tarde cambiaré mis cosas a tú casa, de verdad tú si que eres un amigo.
Hoy no me apetecía mucho darle al saco , así que me fui directamente a hacer pesas, todavía iba pensando en Mia y sus contratos y todo lo que me estaba pasando, mire alrededor de la sala y ni rastro de Mia , no estaba.
De repente me acorde que tenía que mandarle un correo para hablarle del contrato y de que ya tenía todo claro, aprovecharía la excusa para preguntarle que porque hoy no había venido al gimnasio.
Estuve unas dos horas haciendo maquinas y cuando me cansé me fui, la verdad que no tenía ganas de mucho gimnasio ni de nada parecido.
Cuando salí del vestuario me despedí de Ray que me dijo que por la tarde vendría a instalarse.
Pero no me esperaba lo que ver lo que vi al salir... Mi peor pesadilla estaba fuera, era increíble, era Mia bajando de un coche y dandole un beso a otro chico.
Me quede parado en blanco, el otro chico iba a mi gimnasio, habría venido tres o cuatro veces, había guanteado con él, era un idiota de cojones, un creído que lo único que tenía en el cuerpo era aire en los brazos, era rubio alto y de ojos claros, se llamaba Brad.
Me dio rabia , celos, me entraron ganas de matarlo, de estamparle la cabeza contra el coche y de dejarlo más feo de lo que el pobre ya era, no se que hacía Mia con él, si ya era mucho para mí, para él era más que un privilegio tener a una chica como ella, no se que se me paso por la cabeza pero sin pensármelo dos veces me fui cara Brad.

Mia: Un amor imposibleWhere stories live. Discover now