special chapter: where is my happiness?

1.5K 125 50
                                    

Responde a mi llamado, ¿que acaso no te das cuenta? La respuesta está ahí, justo en frente de ti. ¿Lo has adivinado? Dime que sí. Acéptame y toma mi mano, te ayudaré a salir de este profundo abismo.





Las luces fluorescentes y las sombras que pintaban el ambiente lo aturdían, al igual que el olor a alcohol que flotaba en el aire, entrando por sus fosas nasales y mareándolo. El vaso de vodka seguía ahí en su mano, ya tibio por tanto contacto. No sabía por qué lo había pedido, si de una forma u otra no se lo iba a beber.





Miró a su derecha, donde había una pareja de hombres besándose de la manera más candente posible. Hizo una mueca de asco, más que nada porque eso le traía recuerdos, y él había venido aquí precisamente a olvidar todo eso. Ahora miró a su izquierda: La pista de baile repleta de gente bebiendo y pasándosela bien. ¿Por qué él no podía estar como ellos?





De su diestra sacó su teléfono del bolsillo. Las 1:27 de la noche. Era muy temprano aún, bueno, qué más daba, no seguiría perdiendo el tiempo en ese aburrido lugar.





Se puso de pie, sintiendo la mirada de varios chicos, ignorándolos a todos. Jeno siempre fue alguien de buen aspecto, y al estar en un bar gay, todos los hombres borrachos lo quedaban mirando. Por primera vez en su vida le dio asco que lo miraran. Y es que la verdad era que ya no le interesaban esas cosas. Ya no le gustaban los hombres, menos las mujeres. Se lo prometió a sí mismo, ahora no volvería a estar con alguien en mucho tiempo.





La helada brisa cubrió su rostro, necesitaba aire fresco, no alcohol y sexo. El sonido de la música de la discoteca se escuchaba incluso afuera, de manera tenue, pero aún audible. Cerró sus ojos, simultáneamente a que inspiraba hondo. Exhaló, y se sintió vacío.





Había un hueco ahí, algo que faltaba, o, mejor dicho, le faltaba su corazón completo. Se lo habían llevado, y ahora no tenía la capacidad de sentir emoción alguna, o, si es que podía, era lo mínimo. Porque le arrebataron su felicidad, y con ello también el poder volver a sentir.




Sus pies empezaron a moverse hacia ninguna parte, sólo lo hacían en una dirección fija, sin rumbo o destino alguno.



La oscuridad reinaba en el ambiente, siendo la luna la única que iluminaba el monocromático y triste escenario. Triste como él, y triste como era su vida ahora.

misplaced criminals ー nct dreamWhere stories live. Discover now